La Secretaría de Gobernación reconoció que en 2017 se dio un crecimiento inusitado en los índices delictivos de alto impacto en diversas regiones del país, contrario a la tendencia positiva que se dio en los primeros años de la administración del presidente Enrique Peña Nieto. Esto en respuesta al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y a la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) quienes exigieron al Gobierno federal frenar la violencia en el país, pues pone en riesgo la inversión y el empleo. La Segob señaló que varían las causas por el incremento de la violencia, pero que en gran parte se debe a la diversificación de actividades delincuenciales de organizaciones dedicadas al comercio de droga y con intereses por la extracción ilegal de combustible. Mediante un comunicado dijo que índice la participación de miembros de diversas comunidades, que son utilizados para obstaculizar la acción policiaca en la detención de personas. “Lo anterior, generado en un contexto de debilitamiento de algunas estructuras institucionales en distintos niveles de gobierno, sean municipales, estatales o incluso federal”. Además, señalan que ante esto “el Gobierno federal no ha sido omiso y ha tomado diversas medidas tales como la implementación del operativo Escudo-Titán, a fin de mejorar los niveles de coordinación”. Y reconocieron con “respeto y sensibilidad” las opiniones de ambos grupos, y refrendaron el compromiso de “trabajar con todos los actores sociales en un problema que afecta profundamente a la sociedad mexicana”.