Adicción a las Redes Sociales

25 de Abril de 2024

Rebeca Pal

Adicción a las Redes Sociales

REBECA PAL

Es muy evidente el cambio tan drástico que han sufrido nuestras vidas y nuestro comportamiento, debido al uso excesivo que hacemos de las redes sociales. No somos conscientes del daño psicológico que conllevan ni las consecuencias negativas (afecta nuestro autoestima, concentración, relaciones personales, genera estrés y un índice elevado de ansiedad).

Las redes sociales fueron creadas con el fin de comunicarnos de una forma más eficaz y rápida, sin embargo, le hemos dado otro enfoque. Ahora las usamos para engancharnos a una realidad virtual que nos esclaviza.

Ya son muchas las personas que no pueden imaginarse la vida sin compartir todo lo que comen, las rutinas en el gimnasio, los viajes, eventos y más. Esas dependencias generan resultados perjudiciales; el abuso conlleva a una lista innumerable de problemas. La ansiedad y el estrés que genera el no tener Internet, es el mismo que siente el drogadicto o el alcohólico cuando está abstemio.

¿Cómo nos perjudica?

La psicóloga, Begoña Carbelo, nos dice que estar conectados de forma permanente provoca inquietud, falta de concentración y alteraciones en el ánimo. Existen personas que no son capaces de desconectar. El problema de esto es que si uno no es capaz de renunciar y centrarse en otras cosas, la capacidad de disfrute se ve afectada. Socialmente nos volvemos estúpidos y perdemos la habilidad para empatizar con otros. Recordemos que la socialización era la herramienta que usaba el hombre primitivo para sobrevivir.

La adicción

Todos podemos tener adicciones químicas y/o conductuales. La necesidad de estar conectados o estar al pendiente de las notificaciones del celular, es un síntoma evidente de la adicción: “Un uso anormal en términos de intensidad y frecuencia, puede alterar el disfrute y la vida cotidiana”.

Nos enganchamos por la proyección positiva que vemos, lo cual genera que el cerebro libere dopamina. Esa gratificación instantánea hace que los jóvenes, que no han aprendido a regular sus emociones como lo haría una persona adulta, sean más propensos a caer en esta adicción.

Síntomas

La incapacidad de alejarse del celular, la falta de atención o alta dispersión pueden ser una señal de alarma. Bergen Facebook Adicction Scale, sigue seis criterios para detectar el problema: *Pensar mucho tiempo en redes sociales. *Sentir la necesidad de utilizarlas. *Conectarse para olvidar los problemas. *Intentar reducir el uso y fracasar en el intento por ansiedad. *Sentir inquietud cuando no se puede conectar a Internet. *Impactos negativos en la vida estudiantil, laboral o personal.

Si te identificas con cuatro puntos, tienes una adicción y necesitas ayuda para reducir el uso. Si quieres evitar caer en la adicción, mantén un control del tiempo que les dedicas y utilízalas en casos necesarios o para disfrutar algunos minutos de ocio, pero sin exceso.

La “f” de Facebook señala cómo nos posicionamos para adentrarnos al mundo virtual; agachamos la cabeza, subimos los hombros y nos encorvamos. Por conectarnos nos desconectamos de lo que sí importa, que es nuestro presente, nuestra realidad y la vida que nos rodea.

Les recomiendo ver este video:

Me impacto tanto que, después de verlo, llevo una semana sin usar Facebook e Instagram para temas de ocio. Sólo los abro cuando tengo notificaciones de trabajo. No quiero ser una adicta a un mundo hipócrita de sonrisas falsas y vidas “perfectas”. Quiero estar conectada con un mundo que sí es real, con sus altos y con sus bajos. En un espacio real, en el cual la envidia no reina por mirar a través de los filtros que hacen que las vidas ajenas se vean tan especiales.