El triángulo perfecto

Les voy a explicar por qué, para mí, el triángulo perfecto es cuando hay armonía entre los empresarios, el gobierno y la población. El crecimiento económico se mide a través del PIB (producto interno bruto). Es la cantidad de bienes y servicios producidos y vendidos en un determinado periodo de tiempo. La cantidad puede aumentar, disminuir o mantenerse, es decir, fluctúa. El cálculo de PIB sólo incluye las transacciones comerciales realizadas entre el gobierno, empresarios y clientes de cada país. Todos ellos dependen, en nuestro caso, del peso mexicano que está controlado, principalmente, por los bancos. El PIB crece de forma proporcional a medida que los consumidores (personas) y productores (empresas) tengan más dinero para solventar sus necesidades y para seguir endeudándose. Así es, a los bancos les interesa que personas, empresas y el gobierno tengan las condiciones para seguir pagando intereses por los préstamos otorgados. En resumen, el crecimiento económico medido por el PIB, depende de la expansión de crédito. Ahora, ¿qué sucede cuando el gobierno trunca los proyectos de los empresarios? Respuesta: crisis económica. Cuando las empresas y las familias presentan altos niveles de deuda, el consumo y la producción se reducen. Esto perjudica directamente al gobierno, porque son ellos quienes pagan los impuestos y, por ende, los salarios de los funcionarios. Como podemos ver, estos tres segmentos son pilares. Si uno falla se caen lo otros dos. Al no haber tanto flujo económico, las entidades financieras ya no pueden contar con los beneficios de los intereses adeudados del sector familiar y empresarial, porque ya no están en condiciones de contraer nuevas deudas o seguir pagando las que ya tenían con los intereses generados. En este escenario los políticos estúpidos, ignorantes y soberbios surgen y proponen medidas de austeridad para sacar al país de la crisis económica, pero lo único que hacen es empeorarlo, porque no tocan el conflicto principal, la raíz del problema. Es como tener un coche que tiene problemas de funcionamiento y, en lugar de retirar el combustible que está alterado y es lo que provoca la falla, deciden cambiar las partes externas del automóvil. Sí, creo que la propiedad privada genera riqueza por una simple y sencilla razón: genera trabajo. Es muy difícil concebir una sociedad en la que todos los medios de producción sean de propiedad social, y que la riqueza y los medios para satisfacer las necesidades básicas, sean repartidas de forma igualitaria. Les recuerdo que la igualdad entre desiguales, genera desigualdad. El gobierno (y hablo de funcionarios corruptos) en lugar de extorsionar a los empresarios como bien sabe hacerlo, debería tutelarlos para que éstos puedan emprender, desarrollar negocios, generar riquezas y, principalmente, empleos. También debería promover una educación hacia las empresas, sobre todo en un país como el nuestro que las oportunidades y el nivel de vida cambia según el lugar en donde se vive. Hay personas que no saben cómo brindarle a sus familiar una vida estable porque no tienen los conocimientos. La educación es clave para el desarrollo de cualquier país. Y sí, sólo hablo por el sector privado que cumple con las normativas y la ley, que también como hay políticos asquerosamente corruptos, también hay empresarios que sobornan y evaden impuestos. Normalmente ambos tienen una buena relación porque “Dios los crea y ellos se juntan” y fastidian al resto del país. Ojalá el nuevo gobierno logre entender que sin las empresas privadas, las familias pierden empleos y el mismo gobierno se ve afectado. Ojalá que pueda comprender la importancia que tiene el sector privado para construir una sociedad diferente y que es un medio para generar empleo y riquezas.