Signos ominosos

24 de Abril de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Signos ominosos

Todo está tan revuelto en nuestro país que varias de las cosas importantes pasan desapercibidas ante la cantidad de conferencias, desavenencias, informes y comentarios vertidos todos los días. Además, nos encontramos en un entramado de buenos y malos que nada ayuda al análisis de lo que acontece. Por ejemplo, con excepción de los que no conocen la situación de nuestro país o de plano tienen una fijación ideológica, nadie puede estar en contra de los apoyos que bajo el rubro de bienestar está repartiendo el gobierno a la población, mismos que de otra manera sería imposible que obtuvieran. Hay quien dice que “les dan dinero por no hacer nada”; ojalá pudieran indicar dónde se encuentran los empleos bien remunerados para estas personas. Esto me lleva al tema central de este artículo, que se refiere a los signos negativos que hay en la economía mundial y en México para lograr un crecimiento económico aceptable. La revista inglesa The Economist publicó en su último número un artículo de título Slowbalisation. En él señala que la edad de oro de la globalización de 1990-2010 es algo para recordar. Las inversiones de diversos países en otros han caído. Por ejemplo, la de China en Europa y en Estados Unidos disminuyó 73% el año pasado y las inversiones de las multinacionales en otros países bajaron 20 por ciento. Dicho artículo termina diciendo que esta slowbalisation no va a arreglar los problemas que la globalización creó; no habrá renacimiento de los trabajos de los obreros en el mundo capitalista debido a la automatización. Actualmente las empresas buscan la mano de obra no calificada más barata y ahí mandan sus inversiones. Vamos a ver qué pasa con la lucha de los obreros por el aumento de su salario en las maquiladoras de Tamaulipas. La reunión de Davos también significó un paso atrás respecto a lo que había sido, por eso no hubo gran asistencia de presidentes y muchos de ellos mandaron a funcionarios menores, quienes pasaron desapercibidos ante los magnates que asisten. México envió a la subsecretaria del ramo y esperamos algún informe o nota al respecto. Recientemente, en el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo se presentaron tres trabajos interesantes con respecto al futuro de nuestra economía. Las presentaciones estuvieron a cargo de Enrique Provencio, Juan Carlos Moreno-Brid y Héctor Villarreal. Hay datos relevantes que muestran la encrucijada en la cual se encuentra este gobierno. Un primer punto se refiere al bajo crecimiento económico proyectado para este año, pues todo apunta que no rebasará el dos por ciento: el Banco de México ya lo ubicó el 1.89% y no se ve que vayamos a crecer mucho durante los próximos años del sexenio. Otro dato preocupante es el de la inversión pública, que muchos creíamos que iba a ser un detonador importante del crecimiento y el empleo; sin embargo, lo asignado es parecido a lo invertido en 2018. El gobierno estima llegar al final de este sexenio con una inversión pública inferior al promedio 1990-2018, lo cual es terrible, ya que una vez más se deja de lado uno de los principales instrumentos de un gobierno para mejorar las condiciones de vida de la población. Un mundo abandonando la globalización y cerrando sus fronteras va a provocar que nuestro país tenga que reaccionar, y rápido, ante este cambio y poder generar los recursos suficientes para seguir apoyando sus programas, porque con las condiciones económicas planteadas difícilmente se va a poder sostener este gasto. Muchos hemos insistido en que la solución es una reforma fiscal que permita obtener vía impuestos progresivos, entre otros, la cantidad de recursos que necesita el país para atender la desigualdad y pobreza. El gobierno habla de hacer una reforma fiscal con progresividad y simplificación, pero hasta dentro de tres años. Ojalá el tiempo les alcance.