En plena carrera por las candidaturas a gobernador en Sonora, el senador del PRI Ernesto Gándara, uno de los contendientes poderosos, está sufriendo una guerra sucia en su estado. En los últimos días se está realizando una encuesta telefónica en Hermosillo, de donde fue alcalde, sobre de él. Lo interesante es que no es una encuesta normal, sino una de las que se les llama push pull, que son prohibidas en asuntos electorales, porque inducen a quien se entrevista. En el caso de Gándara, las preguntas tratan de colocar en la mente de los entrevistados, que el senador está vinculado con la delincuencia organizada. ¿Quién está detrás de la encuesta? Nadie lo sabe pero, lagunas de la ley, no hay delito que perseguir.