Rusia, capital del troleo

18 de Abril de 2024

Rusia, capital del troleo

24 JUAN PABLO 90

Pesquisas en EU muestran que los rusos son especialistas en fabricar ejércitos de trolls, contaminar el debate público y debilitar instituciones

El asesor especial de la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses, Robert Mueller, ya ha procesado a 19 personas y tres compañías hasta el momento, por haber operado para intentar influir en el resultado final de las elecciones estadounidenses. El grupo de acusados está compuesto por cuatro exasesores de Donald Trump, 13 ciudadanos rusos, tres empresas rusas, un hombre de California y un abogado con sede en Londres. Cuatro de estas personas ya se han declarado culpables; el último, el abogado ligado a Trump, Alex van der Zwaan.

A pesar de la seriedad de las acusaciones y del avance que ha tenido Mueller, ninguno de los cargos contra estadounidenses o asesores de Trump, hasta ahora, han alegado directamente que trabajaron con Rusia para interferir con la campaña. Michael Flynn y George Papadopoulos se han declarado culpables de hacer declaraciones falsas a los investigadores, sobre sus contactos con los rusos. Mientras que Paul Manafort y Rick Gates han sido objeto de acusaciones de lavado de dinero y otros cargos relacionados con su trabajo para el gobierno de Ucrania y un partido político ucraniano ligado a Rusia.

›Las últimas acusaciones de Mueller han dado claridad sobre el modus operandi que utiliza el gobierno ruso para influenciar en las diferentes elecciones, pero específicamente con esta de Estados Unidos se ven expuestas las formas que utilizan los rusos para ser efectivos en la influencia que buscan: la división, la polarización y la contaminación de la conversación pública electoral.

El esfuerzo por influenciar y desbaratar la democracia estadounidense abarcó cuatro años, costó millones de dólares y empleó a cientos de rusos.

La acusación de Bob Mueller a los 13 rusos y tres compañías es por haber estado involucradas en sembrar discordia política en medio de las elecciones presidenciales de 2016, a través de la Agencia de Investigación de Internet, la llamada fábrica de trolls, responsable de dirigir una trama de identidades falsas en redes sociales y anuncios políticos pagados, con el objetivo de socavar a Hillary Clinton y formar a Donald Trump. Mientras que otras de las acusaciones tienen que ver con un restaurador a quien Vladimir Putin hizo rico y éste le devolvió el favor desatando un ejército de trolls para promover a Trump y derrotar a sus oponentes. También organizó concentraciones políticas, suprimió los votos de los partidarios de Clinton, y llegó inclusive a contratar a personas para que se vistieran como Hillary Clinton disfrazada de prisionera con el cántico de “lock her up”.

Mueller dice que la Agencia de Investigación de Internet, que tiene su sede en San Petersburgo, participó lanzando propaganda divisiva, haciéndose pasar por activistas estadounidenses y publicando contenido políticamente cargado en las redes sociales, alentando a la gente a asistir a los mítines. El grupo utilizó esta campaña para sembrar la discordia y división.

En general, la acusación revela con detalle el alcance de las operaciones de desinformación de la Agencia de Investigación de Internet durante las elecciones de 2016. Aquí hay cuatro cosas que debe saber sobre la misteriosa entidad rusa en el centro de la última acusación de Mueller.

La Agencia de Investigación de Internet se aprovechó de cuestiones controvertidas y explotó las divisiones raciales e ideológicas que dominaron los temas de la elección presidencial para aumentar las tensiones entre la sociedad. En cuestión de eficiencia, Facebook testificó ante el congreso estadounidense que alrededor de 126 millones de usuarios de la red social habían visto contenido vinculado a Rusia. Por su parte, Twitter encontró más de 3 mil 800 cuentas vinculadas a la Agencia de Investigación de Internet y alertó a aproximadamente 1.4 millones de usuarios de Estados Unidos de que podrían haber interactuado con la propaganda del Kremlin. Esas cuentas, ahora canceladas, publicaron 176 mil tweets en las 10 semanas previas a las elecciones. Por último, Google también encontró dos cuentas vinculadas a la Agencia de Investigación de Internet que gastaron más de 4 mil 700 dólares en una plataforma publicitaria. La plataforma también detectó mil videos de cuentas vinculadas a Rusia antes de las elecciones.

Según la acusación formal, los trolls rusos dividieron sus turnos para asegurarse de poder publicar en diferentes zonas horarias de Estados Unidos. También recibieron orientación y conocimiento sobre las vacaciones en Estados Unidos para que pudieran publicar en una especie de disfraz virtual. Las agencias de inteligencia estadounidenses han llegado a la conclusión de que el esfuerzo por interferir en las elecciones estadounidenses estaba relacionado con los niveles más altos del gobierno ruso, y parece claro que las actividades de la Agencia de Investigación de Internet encajan perfectamente en esa operación más grande.

Ahora que en México se discute sobre la posibilidad de una injerencia rusa en las elecciones presidenciales del mes de julio, la información que revela la investigación de Mueller alerta a las diferentes democracias a nivel internacional sobre las formas que el gobierno de Rusia tiene para jugar con las posiciones electorales en los diferentes países en los que han estado presentes con elecciones como Francia, Estados Unidos, Brexit Reino Unido, referéndum separatista en Cataluña, entre otros. Más allá del apoyo que Rusia puede ofrecer o no a ciertos candidatos, lo que es innegable es la polarización y división que busca ante el debilitamiento de los liderazgos internacionales como la Unión Europea y el mismo Estados Unidos.

Aunque México no cumple con el peso geopolítico que sí tiene Francia, Reino Unido o los Estados Unidos, se encuentra vulnerable ante una situación de hartazgo social, desconfianza en las instituciones y un presidente y clase política con niveles de aprobación reprobatorios y por mucho. Sin entrar en el debate de que un candidato en específico podría generar interés directo en el gobierno de Rusia o no, la intención de influir en las diferentes elecciones del mundo parece estar ahí, según el reporte de Robert Mueller, para desestabilizar y debilitar a toda una región. Mientras más débil el mundo, más poderoso Putin. La injerencia innegable confirmada por las agencias de inteligencia estadounidenses da por lo menos un mapa de las formas en las que a través de redes sociales, mítines y ruido mediático crean caos y confusión en la población que hace imposible un discurso político organizado, respetuoso y verdadero.

me gusta. Robert Mueller, encargado de investigar la injerencia rusa en las elecciones de EU, acusa a Facebook de haber servido de plataforma para que agentes de Moscú propagaran mensajes y anuncios que influyeron en los comicios de noviembre pasado.

Ya Obama le advertía a Mark Zuckerberg sobre los peligros de Facebook para los gobiernos y el mundo si no controlaban la veracidad de las publicaciones. Al claudicar en un principio, Facebook se ha convertido en la principal herramienta de influencia rusa en las democracias del mundo que se ven confundidas ante un plan maestro que sin saber a ciencia cierta el efecto exacto que tuvo en el número final de la elección, es imposible hoy en día, con la información que contamos, pensar que no influyó en definitiva un modo de operar que ahora conocemos, y más vale abrir los ojos más que negar o burlarse de la posibilidad.