Los Increíbles 2

25 de Abril de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

Los Increíbles 2

alejandro aleman

The Incredibles (2004), el segundo largometraje de Brad Bird como director y primero dentro de la colmena Pixar, fue un filme que marcó un hito en el cine de superhéroes. Sin ir más lejos, no hay lista que no tenga a The Incredibles, al menos dentro del Top 10 —incluso la mayoría en el Top 3— de lo mejor del cine de superhéroes. Mucho ha pasado desde 2004 hasta ahora: el cine basado en cómics pasó de ser excepción a convertirse en una regla que no sólo habita en el verano, sino que se expande cual humedad durante todo el año. No obstante, para Brad Bird es como si hubiera sido ayer: Incredibles 2 inicia justo donde la anterior terminaba, ignorando estos 14 años en los que la cultura nerd ha sometido a la industria y destruido sistemáticamente la taquilla. Bird es culpable de ese fenómeno, pero le tiene sin cuidado. En Incredibles 2 no sólo sigue obsesionado por pregonar la superioridad inherente de aquellos hombres y mujeres especiales, cuya intelectualidad/poderes los desmarca de la sociedad (la rata que anda en dos patas renegando de su especie, la niña especial que le espera una sociedad de superdotados), sino que deja de lado la innovación, la elegancia en la narrativa, la sofisticación de su primera cinta para enfocarse en la acción y la aventura. Eso es básicamente lo que tendremos en Incredibles 2, desde un poderoso inicio donde vemos de nuevo a la familia pelear juntos hasta la batalla final desprovista de encanto, pero aún llamativa en la que incluso no todos tienen mucho qué hacer (Dash sólo aprieta un botón). El gran héroe es, en todo caso, Michael Giacchino, cuyo score marca emoción, acción y suspenso sin dar tregua por un segundo. Desde el primer minuto hasta el último crédito, Giacchino atrapa y emociona. Bird insiste en que esta es una sitcom familiar antes que una película de superhéroes (“Ser padre es un acto heroico”). Elasticgirl ahora tiene que salir a trabajar dejando a Bob a cargo de los hijos, pero al final no lleva a nada, el cambio de roles parece menos un statement y más un homenaje a Los Picapiedra. En general, Bird se nota menos brillante y más flojo en su escritura (casi toda la cinta es un chiste enorme sobre lo impredecible del tierno, pero letal Jack Jack). El villano es absolutamente predecible y sus motivos son ridículos. La acción es más compleja, la animación más depurada, pero hemos perdido gracia y disciplina. Y sí, aunque esta cinta se sitúe por encima de la media del género (mil veces esto a Black Panther), no deja de ser un trabajo apenas correcto frente al original que era simplemente increíble.

@elsalonrojo