“En el año 2000 había en Estados Unidos 269 mil migrantes mexicanos con estudios de licenciatura, ahora se ha triplicado la cifra y se aproxima a los 700 mil”, declaró Camelia Nicoleta Tigau, académica del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN)
El dato puede traducirse en que uno de cada seis mexicanos que van a Estados Unidos tienen licenciatura e incluso estudios de maestría y doctorado.
La tendencia es ascendente, aun con el discurso del presidente Donald Trump, de que la migración calificada daña a los trabajadores locales”, apuntó Camelia Nicoleta Tigau.
La investigadora señaló que es cierto que al llegar a Estados Unidos los migrantes calificados se desempeñen en labores que nada tienen que ver con sus estudios, pero afirmó que en la mayoría de los casos eso es un paso eventual, “porque generalmente la gente con ese grado académico sí se inserta laboralmente”.
En sus estudios Tigau apunta que se ha encontrado con casos de médicos mexicanos que llevan más de 25 años trabajando en EU. “Sin embargo, ellos permanecieron ahí no sólo por las oportunidades profesionales, sino también por las circunstancias de la vida, pero principalmente por no haber tenido un entorno en ese sentido adecuado en México”, dijo.
La académica señaló que si continúan las “medidas restrictivas en México” en materia de ciencia y tecnología, “tiene que considerarse qué efectos tendrá eso en la migración calificada.
“En México algunos todavía se preguntan: ¿vale la pena que realice un posgrado?, ¿vale la pena que estudie más? Claro que sí. Las estadísticas demuestran que los posgraduados sí ganan más. Pero no es únicamente el asunto de los sueldos por lo que migran los profesionales, sino que es también el ambiente de trabajo, el apoyo para hacer ciencia dura, los laboratorios, los equipos, la no violencia.”
Tigau resaltó que “ahora hay mexicanos muy calificados, que incluso dan prestigio al país estando en el extranjero”, indicó.
(Con información de Gaceta UNAM) NR