La Secretaría de Energía (Sener) de la actual administración, a cargo de Rocío Nahle García inició el proceso para revertir los cambios realizados por la misma dependencia en el sexenio de Enrique Peña Nieto en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y así eliminar la posibilidad que la Empresa Productiva del Estado pueda realizar contratos con empresas privadas en la transmisión, distribución de energía eléctrica. Entre los argumentos, la baja rentabilidad de la empresa.
“La disponibilidad de las centrales de generación de CFE pasó de 86.65% en 2015, a 76.89% en 2018, lo que obligó a despachar a centrales más costosas; por su parte, la eficiencia térmica neta pasó de 33.90% a 33.45% en este mismo periodo, lo que incrementa directamente el costo variable del kilovatio-hora (kWh)”, informó la Sener a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria.
En la iniciativa para modificar la normatividad se pretende eliminar los contratos con empresas privadas en materia de financiamiento, instalación, mantenimiento, gestión, operación y ampliación de la infraestructura necesaria para prestar el servicio público de transmisión y distribución de Energía Eléctrica.
Según la Sener, con la actual estructura de la CFE se impide una comunicación efectiva entre las distintas áreas de la empresa, lo que genera altos costos operativos y falta de personal de las áreas especializadas regionales encargadas de la atención inmediata de potenciales daños en las instalaciones.
Con la actual normatividad (denominada como la Estricta Separación Legal de la CFE. DOF: 11/Ene/2016), dice la Sener “es necesario reorganizar la estructura y con ello, fomentar la eficiencia de las empresas productivas subsidiarias, de igual manera se reducirán los costos de operación de manera transparente a través de la flexibilidad operativa”
“La iniciativa permitirá a CFE competir en condiciones de igualdad en el mercado eléctrico frente a sus competidores. La forma en la cual opera actualmente la CFE incrementa considerable los costos operativos, siendo necesaria la reestructuración”.
Según la contabilidad de la CFE, el año pasado sus ingresos sumaron 553,358 millones de pesos (cifra que incluye 82,168 millones de subsidios), 13.0% más respecto a 2017. Sin embargo, sus costos aumentaron casi 18.0% y con ello el resultado operación se desplomó 31.2%. Así, el resultado neto (equivalente al resultado neto de las empresas privadas) se desplomó 74.7% a 27,273 millones de pesos. MM