En Memoria de Oscar Lara Aréchiga
Parte importante de la historia de México ha sido el debate entre centralismo y federalismo, con aparente victoria retórica del segundo, sin embargo, en los hechos sucede lo contrario. Centralizar y controlar ha sido la apuesta.
En sentido positivo hacia 1980, se da un logro fundamental: la creación del sistema nacional de coordinación fiscal, con la intención de unir lo disperso, cuando eran secretario de hacienda don David Ibarra y presidente López Portillo, quien escribió en sus memorias que pareciera contradictorio centralizar para descentralizar, pero en ese momento era necesario eliminar la jungla fiscal y modernizar la administración tributaria de manera coordinada.
Hubo avances ciertos durante la gestión como secretario de hacienda de Francisco Gil Díaz, quien apoyo los trabajos de la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales y los de la Primera Convención Nacional Hacendaria, cuyo resultado fueron cerca de 360 acuerdos por consenso.
Por mi parte mi vida profesional ha estado vinculada a la coordinación intergubernamental, en diversas facetas, en las que he aprendido que el éxito de la coordinación intergubernamental depende de la suma de voluntades, la federal por supuesto, pero nada sucedería, de no ser por los funcionarios fiscales de los estados.
En mis tiempos, colaborando con el Secretario Gil Díaz, hubo muchos campeones, entre los que se encuentran entre otros colegas como Javier Guerrero, Humberto Suárez, José Borges, Rafael Moreno Valle, Luis Mario Aguilar, y por supuesto Oscar Lara Aréchiga, quien, como Secretario de Finanzas de Sinaloa, cargo en el que estuvo en dos ocasiones, con Juan Millán y Jesús Aguilar, logro también que los estados, lo eligieran por dos ocasiones como Coordinador de la Comisión Permanente.
Oscar nos acaba de abandonar hace nueva días, y revaloramos su talento y su decencia, fue en lo personal un gran amigo con el que compartí muchas causas federalistas.
Por ejemplo, logramos y en esto incluyo a Humberto Suarez López, reunirnos periódicamente con varios Tesoreros de los Estados Unidos, para compartir experiencias en reuniones en las que participaban secretarios de finanzas mexicanos. En lo internacional, establecimos relaciones con algunas comunidades españolas, y por supuesto con la Asociación Nacional de Tesoreros de los Estados Unidos.
Oscar Lara Aréchiga fue mi amigo y es un campeón de la lucha federalista y de la defensa de los intereses de su Sinaloa. Descanse en paz, y su familia encabezada por Beatriz contara siempre con nuestro afecto y cariño, así como el de nuestras familias.