SRE-ONU: Máscara contra cabellera

24 de Abril de 2024

SRE-ONU: Máscara contra cabellera

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HOJA VOLANTE | La columna de Joel Hernández Santiago

Más en tono de berrinche y de forma anti diplomático, el gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), reclama de forma airada e inusual al relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Juan Méndez, que en su informe del 9 de marzo en Ginebra, Suiza, dijera que en México “la práctica de la tortura es generalizada”…

¿Quién es Juan E. Méndez? nació en Lomas de Zamora, Argentina, en 1944. Desde el inicio de su carrera como abogado egresado de la Universidad Stella Maris en Mar del Plata en 1970, se involucró en la representación de presos políticos. Por tal, fue detenido por la dictadura militar y torturado. Estuvo preso 18 meses, Amnistía Internacional lo declaró ‘preso de conciencia’; en 1977 fue expulsado de su país. Se fue a vivir a Estados Unidos.

… Ahí trabajó para la Iglesia Católica en Aurora, Illinois en un programa de protección de los derechos de los trabajadores migrantes; en 1978 se unió a ‘Comité para los Derechos Civiles’ bajo la ley de los Abogados de Washington, DC. Trabajó para Human Rights Watch durante quince años del que fue Consejero General desde 1994. Ocupado siempre en materias de derechos humanos, en 2001 comenzó a trabajar para el Centro Internacional para la Justicia Transicional…

… Ha sido catedrático en materia de derechos humanos en la escuela de Derecho de Georgetown, EUA; la Universidad Johns Hopkins; Oxford, y universidades en el Reino Unido.

… Ha recibido reconocimientos como el “Goler T. Carnicero”-Medalla de la Sociedad Americana de Derecho Internacional; el “Oscar Arnulfo Romero” por su servicio en favor de los Derechos Humanos; “Jeanne y Joseph Sullivan” de la Alianza Heartland; “Letelier Moffitt-por Derechos Humanos… Y es relator de las Naciones Unidas en materia de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

Pues este señor que vino a México el año pasado para estudiar la situación mexicana dijo que aquí la tortura es ‘generalizada’ porque en gran parte de las detenciones tanto de policías como de otras instancias de seguridad se aplica tortura entre 24 y 48 horas antes de poner a disposición de la autoridad judicial al detenido, para seguir los procedimientos legales.

Al gobierno mexicano le caló eso de que ‘la tortura es generalizada’ y de inmediato exigió que el dicho se corrigiera porque “en México la tortura no es generalizada”. Jorge Lomónaco, representante permanente de México ante organismos internacionales, envió una carta al Consejo de Derechos Humanos en la que expresa el malestar del gobierno mexicano porque ‘no hay sustento’ en lo dicho por Méndez.

Según esto, ‘el relator contravino su obligación al realizar múltiples declaraciones públicas, muchas de las cuales se hicieron a los medios de comunicación, tratando de justificar la terminología utilizada en el informe…” dijo Lemónaco haciendo alusión al artículo 12 del Código de Conducta…

El subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Juan Manuel Gómez Robledo, dijo que no trabajaría más con el relator Méndez por la falta de ética y profesionalismo que mostró ‘al presentar un informe sin sustento en el que afirmó que la tortura era generalizada en el país’. “Tales afirmaciones contravienen el Código de Conducta para los Titulares de Mandatos de los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos.

El Canciller mexicano, José Antonio Meade Kuribreña apoyo públicamente declaraciones de Gómez Robledo.

Como se ve, no se cuestiona tanto el tema tortura, como el que el relator hubiera hecho pública la declaración y que los medios estuvieran informados, para divulgar la noticia.

En tanto Méndez envió una carta a Lemónaco acusando imprecisiones y que le hubieran sacado de contexto declaraciones en las que refieren procedimientos “metodológicos” insatisfactorios en su informe. Se negó a desdecirse de ‘tortura generalizada’ y acusó al gobierno mexicano de presionarlo para retirar dicho adjetivo; acusó que hay una persecución en su contra y consideró injusto que funcionarios mexicanos lo califiquen de ‘irresponsable y poco ético’ pues ‘no hay ninguna necesidad de personalizar y atacarme’…

El gobierno mexicano ha respondido a estos señalamientos de la manera más anti-diplomática desde la oficina que debiera ser ejemplo de diálogo y buen trato: diplomacia, pues, que es el camino sutil para solucionar conflictos de nuestro país en el exterior…

Un exterior que cada día clama más en relación con lo que ocurre en México; como cuando el Papa se refirió a la ‘mexicanización’ de Argentina; o como cuando el ex presidente de Uruguay, José Mujica que México parece ser una especie de Estado fallido, al referirse a la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala; o como cuando tuvo que defender las acusaciones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o como cuando el Parlamento Europeo se refirió a México en su crisis de inseguridad y violación a los derechos humanos … y más… ¿Todos contra el gobierno mexicano? ¿A todos les van a hacer berrinche en adelante?...

¿Por qué no mejor, en lugar de hacer estos numeritos ‘diplomáticos’ verdaderamente desastrosos, se soluciona el gran problema de la tortura y la violación a los derechos humanos en México? ¿Por qué no se revisan los procedimientos de investigación criminal? ¿Por qué se desestiman acusaciones en materia de tortura y atentado a los derechos humanos en México?

Solucionar el problema interno solucionaría el problema externo. Sólo así el gobierno de México tendrá cara y forma para reclamar imprecisiones; de lo contrario se somete a un escrutinio mayor en un tema que en México se conoce bien y que en el exterior es motivo de crítica y reproche a un gobierno que pierde confiabilidad interna y externa.