Subestimaron riesgo volcánico en Gasoducto Morelos

24 de Abril de 2024

Subestimaron riesgo volcánico en Gasoducto Morelos

Pese a que pobladores de Tlaxcala, Morelos y Puebla argumentaron la peligrosidad de construir un ducto cerca del Popocatépetl, la CFE dejó en manos de una universidad sin experiencia en vulcanología la evaluación de la obra

Aunque 15 de 24 municipios donde se construyó el Gasoducto Morelos se ubican dentro del Mapa de Peligros del Volcán Popocatépetl, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) encargó a la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) la evaluación del impacto ambiental que ocasionaría el megaproyecto, pese a que esta casa de estudios carece de una especialidad de vulcanología.

El resultado derivó en un Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) que de manera escueta, según la opinión de especialistas consultados por ejecentral, refirió los peligros volcánicos que conllevaría el proyecto que forma parte de la Termoeléctrica de la Huexca, en Morelos.

Documentos obtenidos por este periódico semanal describen la serie de advertencias que emitieron expertos tanto del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y del Centro Nacional de Prevención de Desastres federal (Cenapred), dadas las omisiones de la MIA que presentó la CFE ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la aprobación del proyecto, lo que generó recomendaciones para modificar el trazo del gasoducto. Sin embargo, a la fecha la Comisión Federal de Electricidad mantiene en opacidad las posibles transformaciones que realizó ante las sugerencias de los expertos.

ejecentral revisó en la página Consulta de Trámite de la Semarnat, el Manifiesto de Impacto Ambiental del STGNM-Gasoducto Morelos, Tlaxcala, Puebla y Morelos, registrado con el número

21PU2011G0009, así como el Resolutivo de la MIA, en la que se autorizó de manera condicionada la construcción de la obra. Pero en el repositorio digital no se pudo constatar la existencia de modificaciones al proyecto.

ejecentral también solicitó una entrevista con un algún representante de la CFE, pero el área de Comunicación respondió que el jueves 28 de marzo realizaría una conferencia de prensa en la que trataría, entre otros temas, el del gasoducto.

El problema de origen, según la investigadora Alejandra López, del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder), es que la MIA fue realizada por una casa de estudios que no cuenta con un equipo especialista sobre riesgos volcánicos. “La Universidad Autónoma de Tamaulipas no tiene un equipo de investigación en problemas de vulcanismo aunque puedan ser geólogos y geofísicos, pero el vulcanismo es una cosa muy particular”.

Ana Lillian Martín del Pozzo, experta en el estudio de ceniza volcánica y también miembro del Comité Asesor del Volcán Popocatépetl, expuso que antes de que se elaborara el Manifiesto de Impacto Ambiental, la CFE consultó al Consejo Asesor del Sistema Nacional de Protección Civil sobre la viabilidad de construir el gasoducto cerca del volcán Popocatépetl. “Se nos consultó y consideramos que no era un lugar adecuado para llevar a cabo un gasoducto (…) El caso es que el gasoducto ya está hecho”.

Municipios en riesgo, pero sin condicionantes

Según el apartado Interacciones con el Volcán Popocatépetl, del Manifiesto de Impacto Ambiental de 2011 que realizó la UAT, el Gasoducto Morelos se ubica en dos áreas del Mapa de Peligros del Volcán Popocatépetl de la UNAM: las 2 y 3, consideradas de peligro moderado y menor, y que comprenden 15 municipios de Puebla y Morelos.

Específicamente en Puebla, refiere el documento, el gasoducto pasa en su kilometraje 52+000 al 107+000 por los municipios de Huejotzingo, San Pedro Cholula, San Jerónimo Tecuanipan, San Gregorio Atzompa, Ocoyucan, Atlixco, Huaquechula, Atzitzihuacán, que a su vez se ubican dentro del área 3 de peligro volcánico. Por lo que en caso de erupciones grandes, que han ocurrido dos veces en los últimos 40 mil años, tanto el gasoducto como las localidades podrían verse afectados por derrames de lava, flujos de ceniza caliente, así como flujos de lodo.

En el kilometraje 107+000 al 129+000, que incluye los municipios de Atzitzihuacán y Acteopan, Puebla, se ubica en área 2, de peligro moderado, que derivaría en afectaciones por derrames de lava, flujo de ceniza caliente y flujos de lodo, en caso de que se presentaran erupciones grandes similares a las que han ocurrido al menos 10 veces en los últimos 15 mil años.

El kilometraje 129+000 al 158+478 está en el área 3, de peligro menor, según la escala del mapa volcánico de la UNAM, y en la que en caso de una erupción se afectarían los municipios de Acteopan, Cohuecan de Puebla, así como los municipios de Jantetelco, Temoac, Jonacatepec, Cuautla y Yecapixtla en el estado de Morelos.

En la evaluación de la Semarnat se advirtió que el Gasoducto de Morelos no era congruente con los Programas de Ordenamiento Ecológico de Tlaxcala, Morelos y Puebla, pero en el Resolutivo al Manifiesto de Impacto Ambiental, que emitió en 2011 la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), se determinó aprobar de manera condicionada el proyecto.

A decir de la investigadora Alejandra López tras la resolución de la Semarnat se generaron alrededor de diez modificaciones al proyecto original de 2011, pero el último de ellos, y con el que se ejecutó el trazo del ducto, dijo, no ha sido transparentado.

El trayecto de la aprobación

El 6 de mayo de 2011 la Comisión Federal de Electricidad presentó ante la Semarnat el Manifiesto de Impacto Ambiental modalidad Regional y el Estudio de Riesgo Ambiental. Veintiún días después, el 27 de mayo de 2011, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) le solicitó una opinión técnica a la Dirección General de Política Ambiental e Integración Regional y Sectorial de la Subsecretaría de Planeación y Política Ambiental (DGPAIRS) para saber si el Gasoducto de Morelos era congruente con los Programas de Ordenamiento Ecológico Territorial del Estado de Tlaxcala (POETET); de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Municipio de Cuautla, Morelos (PEOTMCM)

y el de Ordenamiento Ecológico y por Riesgo Eruptivo del Volcán Popocatépetl y su Zona de Influencia en el Estado de Puebla (POEREVPyZIEP).

Luego de tres meses de estudio, el 9 de agosto de 2011, la DGPAIRS respondió a través del oficio DGPAIRS/452/11 que el Gasoducto de Morelos no era congruente con los Programas de Ordenamiento de Tlaxcala, Puebla y Morelos. En consecuencia, el 30 de agosto de 2011, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat le notificó a la CFE lo dicho por la DGPAIRS para que aclarara las acciones que tomarían en cuenta para la ejecución del megaproyecto.

El 29 de agosto de 2011, la DGIRA solicitó por medio del oficio S.G.P.A./DGIRA/DESEI/6610/11 la opinión técnica al Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) para conocer el riesgo volcánico que existía en la zona donde se preveía instalar el gasoducto y que en su caso emitiera las correspondientes medidas de prevención y mitigación de desastres.

Para el 5 de septiembre de 2011, la CFE presentó a la autoridad ambiental una respuesta sobre el pronunciamiento hecho por la DGPAIRS en el que sostenía que el Gasoducto Morelos era congruente con los programas de ordenamiento de las entidades.

Mientras que el 21 de septiembre de 2011, el Cenapred hizo llegar su respuesta al DGIRA por medio del oficio HOO-D.G./1091/2011, en la que argumentó que su opinión técnica, así como las medidas de prevención y mitigación, las realizó comparando el trazo del ducto con el Mapa de Peligros del Volcán Popocatépetl efectuado en 1995 por el Instituto de Geofísica de la UNAM.

Resaltó que sus recomendaciones y conclusiones podrían varias respecto a las de otros especialistas, peritajes o dictámenes oficiales que se llevaran a cabo con distintas metodologías. “(…) el CENAPRED se deslinda de cualquier uso indebido o interpretación que se haga con la información contenida, sin que se asuma responsabilidad alguna por la falta de seguimiento o ejecución de las recomendaciones expresadas”, se lee en el Resolutivo de Impacto Ambiental consultado por este periódico.

A pesardel deslindamiento, el Centro advirtió que 101 kilómetros del ducto estaban en peligro de sufrir, ante una erupción, flujos de ceniza caliente y de lava y caída de materiales volcánicos. “La trayectoria pasa por 57 km de dicha zona ubicada en el flanco sur del volcán Popocatépetl. Aunque este fenómeno es de los menos probables en este volcán, en caso de ocurrir implicaría la destrucción total del ducto, en este sector”, soslayó el Cenapred.

Sumado a esto el Centro refirió que la trayectoria del ducto, cerca de la localidad de Atlixco, Puebla y en la zona sur del volcán, pasaba por la zona de peligro mayor y moderado en cuanto a la proclividad de afectarse por flujos de lodo generados por el Popocatépetl, fenómeno que puede presentarse independientemente de que haya actividad eruptiva. Al menos 34 kilómetros del gasoducto estaban en peligro.

El Cenapred recomendó revisar su trazo, específicamente en las zonas que señaló, así como la realización de estudios más amplios y a detalle en lugares considerados críticos por parte de instituciones especializadas como la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).

“Para el diseño óptimo del gasoducto se debe tomar en cuenta, además de la actividad volcánica, la sismicidad regional y la inestabilidad de los suelos que atravesará”. Pese a la recomendación, dentro de las condicionantes del Resolutivo generado por la DGIRA, en el que se aprobó el proyecto, no se obligó a la CFE a acatar las recomendaciones del Cenapred.

Un año después, la CFE le solicitó al Cenapred revisar el Estudio de Riesgo del Gasoducto que elaboró en marzo de 2011 la UAT, por lo que el director general de dicho centro, Roberto Quaas Weppen, reiteró por medio del oficio Hoo-D.G./1025/2012 la necesidad de llevar a cabo estudios detallados en puntos específicos del ducto que presentaban problemáticas y con ello elaborar los ajustes necesarios en su trazo.

A esto se sumaron las observaciones de los autores del Mapa de Peligros del Volcán Popocatépetl, de investigadores de Vulcanología de la UNAM, quienes por medio de un escrito dirigido al ingeniero Eugenio Laris, director de Proyecto de Inversión Financiada de la CFE, sugirieron reevaluar el diseño del gaseoducto en las zonas de alto riesgo. Sin embargo, los especialistas desconocen hasta el momento el trazo actual de la obra que transportará gas natural hacia la Termoeléctrica de Morelos.