Té Verde Excepcional: Dragon Well

23 de Abril de 2024

Ana Saldaña

Té Verde Excepcional: Dragon Well

Mientras escribo no hay nada más placentero que tomar una taza caliente de té entre mis manos y en cada sorbo percibir las propiedades aromáticas de mi brebaje. Sin duda, para muchos el preparar un buen té, es solo cuestión de poner a hervir agua, servirla en una taza con una bolsita de té. Sin embargo, si en serio quieres beber un té perfecto, hay que trabajar un poco más.

Justo en mi reciente viaje a China, visité la región de Hangzou, en donde elaboran uno te los tés verdes más famosos de China, el Té Longjin, también conocido como Dragon Well Tea. ¡Imagínate que una onza (aproximadamente 28 gramos) puede venderse desde 15 dólares hasta más de 100 dólares, dependiendo de la calidad! Hangzhou es una ciudad de tamaño mediano, con una población de aproximadamente 8 millones de personas en la Provincia de Zhejiang. Es una ciudad hermosa, llena de verde y de arquitectura colonial europeas con influencia asiática. Por donde uno camina hay parques, flores, agua. Justo uno de los atractivos de esta ciudad es el West Lake, en donde uno puede pasear en barco o rodearlo por sus distintos senderos para observar el ir y venir de la gente. Sin embargo, más allá de lo fabulosa que resulta la ciudad para el visitante, para los gourmets y amantes del té, justo en esta época de primavera es cuando uno puede encontrar la mejor calidad de este té.

Foto | Ana Saldaña

Me gusta comparar un buen té con el vino. Al igual que cuando se toma un buen vino, el té, requiere de todo un proceso y cuidado en su elaboración, además de que el resultado final tendrá sabores y características distintivas de la planta y el proceso. Los tés sueltos de buena calidad son pizcados a mano para cuidar el tamaño de la hoja y dependiendo del tamaño de la hoja, se obtienen distintas calidades. Justo durante la primavera, las plantas están retoñando y son estos pequeños retoños los que se convierten en el té más codiciado y fino de la zona. El té posteriormente es tostado horas después de su pisca, para para evitar su oxidación. Si se trata de estos retoños, el proceso de tostado es manual. Es todo un espectáculo ver como en un gran wok de metal que está hirviendo, solo con la ayuda de las manos mueven el té para asegurar un tostado uniforme y los tés de menor calidad son tostado mecánicamente. Así uno puede empezar a observar las distintas calidades este este que se caracteriza por tener una apariencia de hojas alargadas y planas, que mientras más finas, son más delicadas.

Recorrer los plantíos de té es un verdadero privilegio. Uno puede pasear por las terrazas y escuchar las risas y voces de las mujeres que alegremente pizcan el té. Muchas de ellas, han migrado de otras regiones y trabajan largas jornadas para obtener este preciado té. Al observarlas, uno ve el talento que han desarrollado para seleccionar las hojas más tiernas y evitar las hojas demasiado jóvenes o que están dañadas. Al preguntarles sobre la cantidad promedio diaria que pizcan, me dicen que en un buen día, pizcan aproximadamente medio kilogramo. Después uno puede recorrer el pequeño pueblo y curiosear en los comercios que rodean los plantíos, viendo como rostizan el té y probándolo en los establecimientos. Sin embargo, como te imaginarás, es difícil saber dónde comprar el té o si efectivamente te venderán la calidad que deseas. Por lo mismo, a veces es mejor comprar el té en una tienda establecida, que en los mismos plantíos.

Foto | Ana Saldaña

Además, este te en particular se prepara de una manera diferente. Para la elaboración del té, intervienen muchos factores, como te imaginarás un elemento fundamental es el agua con la que se prepara. Si un agua contiene demasiado cloro o es por ejemplo salada, el sabor de la bebida se alterará. Siempre lo mejor es utilizar un agua neutral de buena calidad. Para preparar este té, los locales toman una pizca de té (aproximadamente 2 gramos). Previamente hay que calentar el vaso con un poco de agua y desecharla. Posteriormente añaden el té al vaso y después una tercera parte del agua cuya temperatura es en promedio de 75 grados centígrados. Se mezclan ambos ingredientes y posteriormente se añade el agua restante y se deja infusionar entre 30 segundos y un minuto. Este té en particular no se cuela, sino que se toma directamente del vaso. Después uno puede volver a realizar la infusión por lo menos 4 veces más. Lo importante es la frescura, tanto que el té Dragon Well que compré en una pequeña boutique de té de nombre Song Fang Tea (https://www.songfangtea.com), me indican que deberé mantener mi pequeño paquete refrigerado.

Foto | Ana Saldaña

¿Pero a qué sabe este té te preguntaras? Su sabor es refrescante. Me recordó a verde, aromas vegetales, con tonalidades tostadas de castañas con un poco de dulzor. También me preguntarás, ¿vale su precio? Sin duda, es muy diferente a los otros tés verdes que he tomado y mientras más fino, más delicado. Como en todo, seguramente hay gente que toma este té, solo porque lo puede pagar. Sin embargo, estoy convencida también que habrá muchos que en cada sorbo, aprecian el tiempo, trabajo y cuidado que ha tenido cada hoja de té en la taza. Esos son de los verdaderos placeres de viajar, conocer y probar para apreciar no sólo su sabor, sino todo el trabajo involucrado para elaborar un té verde excepcional.

Espero que tengas un fabuloso día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!