Todo comenzó en Tamaulipas...

24 de Abril de 2024

María Idalia Gómez
María Idalia Gómez

Todo comenzó en Tamaulipas...

IDALIA

En 2002 en Tamaulipas inició el cambio del modelo mafioso en México, que sigue en transformación y que desde entonces se exporta a todo el país. Los más recientes informes de inteligencia mexicanos advierten que se gesta un cambio en las estructuras criminales, en las que asoma el rostro de los antiguos líderes del Cártel del Golfo, por lo que se prevé mayor inestabilidad, confrontaciones sangrientas y nuevas alianzas institucionales.

Desde hace algunos meses, especifican esos reportes, la presencia es más intensa y con mayor actividad de líderes vinculados al histórico Cártel del Golfo que dirigía Juan García Ábrego, detenido en Estados Unidos en 1996, y que por más de 30 años, junto con su familia, conservó el orden y el control del territorio desde Quintana Roo hasta Tamaulipas, a través de alianzas con otros cárteles y con autoridades municipales, estatales y federales. Esos mismos informes especifican que existe mayor división y descontrol al interior de sus enemigos, el grupo de Los Zetas.

Esta condición ha encendido las alertas en las agendas de las áreas de seguridad, particularmente por el proceso electoral del domingo. Desde principios de este años se han mantenido bajo vigilancia a personajes políticos y sociales locales, para identificar sus vínculos o la posible intromisión de los grupos criminales. Aunque los informes muestran signos de esa injerencia, la elección no está en riesgo, pero quienes han analizado esos reportes coinciden en que no importa quién gane las elecciones, porque no existen las condiciones para frenar la violencia ni revertir su deterioro.

Por su flujo comercial y económico, Tamaulipas es la zona fronteriza más importante de México. Esto la ha convertido a lo largo de los años en uno de los puntos clave en las operaciones criminales en el país. Desde hace más de 50 años, por ejemplo, es la principal ruta para el ingreso de mercancías de contrabando y para el tráfico de armas, del que hoy día se nutren las organizaciones criminales con fusiles de asalto o lanzagranadas, por ejemplo.

Y desde hace 14 años Tamaulipas se colocó a la vanguardia criminal, después de que el Cártel del Golfo perdió el monopolio del poder y aparecieran Los Zetas como grupo paramilitar que de inmediato instauró estrategias de inteligencia y contrainteligencia.

Fue entonces que se rompieron los códigos que establecían los límites de la acción criminal, como era el respeto a las familias y a las autoridades, por ejemplo. Instituciones municipales y estatales fueron prácticamente sometidas y se construyeron estructuras paralelas que mediante el terror, el cobro del derecho de piso y la extorsión, consiguieron el control territorial. Los jóvenes y sus familias fueron seducidos con dinero para luego ser prácticamente esclavizadas, rompiendo el tejido social. También allí comenzó la diversificación del narcotráfico, convirtiéndose en un ente mafioso que controla el tránsito de migrantes, la trata de personas, la piratería, las aduanas, los hidrocarburos y química básica, la chatarra, el alquiler del sicariato o los secuestros bajo pedido. Y a través de redes sociales se instauró, como estrategia, la confusión. Es por ello que sobre Tamaulipas los especialistas de inteligencia suelen decir “nada es lo que parece”.

El secuestro del futbolista Alan Pulido ocurre en este contexto de deterioro social e institucional. Y se da justo en el momento en que se avecina el cambio de poderes criminales y de allí la volatilidad, de falta de controles y de cara a una guerra que el Cártel del Golfo pretende ganar.

@Gosimai