El crimen organizado no está en el radar del Instituto Nacional Electoral como factor que pueda frustrar las elecciones del 1 de julio. Los conflictos sociales, dicen los que saben, son los verdaderos obstáculos. Según los cálculos del instituto que dirige Lorenzo Córdova, hay pocas posibilidades de instalar casillas en Cherán, Michoacán; Oxchuc, Chiapas, y San Dionisio del Mar, Oaxaca. En los dos primeros casos, donde se rigen por usos y costumbres, ya se prohibió la elección de presidente municipal; mientras que en Oaxaca, un conflicto originado por los proyectos eólicos ha impedido incluso la realización de campañas.