Trump le abre la puerta a AMLO

18 de Abril de 2024

Trump le abre la puerta a AMLO

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Foto Jorge Villalpando

La estrategia del presidente de EU, fría y calculada, señala López Obrador

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Luis León y Francisco Pazos

Donald Trump abrió la puerta de Los Pinos a Andrés Manuel López Obrador. Paradójicamente, la política radical, antiinmigrante y en apariencia antimexicana del presidente estadunidense sería el boleto que se le ha negado en dos ocasiones al presidente nacional de Morena, y a quien el Congreso del país del norte considera el candidato a vencer.

De la revolucionada candidatura presidencial de López Obrador no sólo se habla entre los asesores del Congreso de Estados Unidos, a quien califican como “populista izquierdista que no tiene miedo de antagonizar con Estados Unidos”; sino que las últimas encuestas aplicadas entre electores mexicanos, las preferencias que le favorecen han crecido entre seis y 10 puntos porcentuales en las últimas cuatro semanas, coincidiendo con el mes que Donald Trump cumple en la Casa Blanca. ES DE INTERÉS Trump, calculada y fría estrategia política

Lleva su campaña a EU

En pleno despegue, López Obrador viajó a Los Ángeles, California, en donde delineó cuál será su plan de acción para los próximos meses. Visitará siete estados de la Unión Americana, organizará una estrategia legal de defensa a los migranters en tribunales locales e internacionales, y jornadas de información en todo el país a través de comités ciudadanos.

Así, su estrategia electoral la amplificó al territorio estadunidense, en donde se prevé, de acuerdo a cálculos del Instituto Nacional Electoral, que sean inscritos este año 500 mil mexicanos que podrán votar en 2018, que se pronostican como una de las elecciones más cerradas de la historia reciente de México.

Este ascenso en las preferencias de los votantes también ha llamado la atención de los medios internacionales, que ven cómo la estrategia política del presidente Trump podría estar fortaleciendo, indirectamente, la candidatura presidencial del político tabasqueño.

Las alertas también se encendieron desde el ala diplomática estadunidense. En un hecho inédito, seis exembajadores que sirvieron al gobierno de Estados Unidos en México, entre 1989 y 2015, publicaron en The Washington Post, una columna en la que advirtieron sobre el riesgo social y económico que representa dañar las relaciones entre ambos países.

El interlocutor indeseable

El líder de Morena no sería el interlocutor deseado para el gobierno del presidente Donald Trump. Es más, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no sólo no sería una opción, sino que es considerado como un político radical, así definido en un análisis denominado Mexican-U.S. Relations: Increased Tensions que fue entregado a los congresistas de ese país.

Otros que piensan prácticamente igual, aunque no mencionaron su nombre, fueron los seis exembajadores que el lunes 13 de febrero publicaron una columna en The Washington Post, en la que sostienen que se está acumulando ánimo social que es adverso a la relación entre ambos países, por las “exageradas acusaciones públicas” que han fortalecido a las voces nacionalistas.

“Los mexicanos creen que su ‘dignidad nacional’ ha sido insultada. Los defensores de una cooperación más estrecha con Estados Unidos están a la defensiva. Las voces nacionalistas están ganando terreno. Esto no está en el interés a largo plazo de los Estados Unidos”, alertaron los exembajadores John D. Negroponte, James R. Jones, Jeffrey Davidow, Antonio Garza, Carlos Pascual y Earl Anthony Wayne.

Un presidente débil

Es esa animadversión nacional hacia la administración Trump, diseminada en amplios sectores sociales, políticos y empresariales, la que paradójicamente, no sólo ha fortalecido a AMLO, sino que ha reducido el margen de maniobra del presidente Enrique Peña Nieto en la mesa de negociación estadunidense en temas económicos, de migración y de seguridad.

Los asesores en el Congreso de Estados Unidos, sostienen en su análisis, ven a un presidente presionado y acorralado por fuerzas que vienen de “legisladores y empresarios mexicanos (que) lo están instando a defender con más vigor los intereses mexicanos”, sectores que estarían influyendo en su toma de decisiones.

El escenario no podría ser más propicio para alentar las aspiraciones de Andrés Manuel López Obrador en la antesala de 2018 y, por el contrario, colocan en la cuerda floja la figura de Peña Nieto, que obtuvo un poco de oxígeno con su decisión, hecha pública el 26 de enero pasado en Twitter, de cancelar su visita a la Casa Blanca programada para el 31 de enero.

“La sociedad mexicana parece respaldar al presidente Peña Nieto en su postura hacia el presidente Trump, pero la opinión pública podría volverse en su contra si fracasa en su estrategia y no es productiva con la administración Trump”, cita el documento Mexican-U.S. Relations: Increased Tensions.

“El descontento en contra de Peña Nieto –concluye el documento—, podría incrementar el apoyo electoral para Andrés Manuel López Obrador”.

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Remesas vs. votos

Ese llamado político de izquierda y populista entró a suelo estadunidense el 12 de febrero para agitar a cientos de migrantes mexicanos y perfilar un agudo discurso en contra del presidente Trump. Las palabras del político tabasqueño sonaron con fuerza en la Plaza Olvera de Los Ángeles y resonaron en México en donde su carrera para llegar a la presidencia se revoluciona.

Este viaje de López Obrador cobra más fuerza si se toma en cuenta que California es uno de los estados que más migrantes mexicanos aglutina. En un escenario electoral cerrado para 2018, el voto creciente de los migrantes podría ser definitorio para ganar o perder la presidencia.

En las elecciones federales de 2006 y 2012 llegaron del extranjero 40 mil 724 votos en la primera y 59 mil 115 en la segunda; los resultados de ambos procesos fueron controvertidos y desconocidos por López Obrador, pues ante Felipe Calderón perdió por 244 mil votos y ante Peña Nieto por 246 mil sufragios.

Ante lo cerrado de las contiendas, el voto extranjero adquiere un efecto definitorio para 2018, si el número de votantes crece, principalmente en Estados Unidos. Al menos el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, informó que hasta diciembre de 2016 se habían tramitado 218 mil 175 credenciales en ciudades consulares. “Estimamos que para 2018, la elección federal en donde por primera vez, por cierto, se podrá votar desde el extranjero para elegir no sólo al presidente de la República, sino también a los senadores federales, estimamos que medio millón de credenciales habrán sido solicitadas”, detalló el pasado 26 de enero.

Las solicitudes para tramitar credenciales para votar podrían incrementarse por un deseo de los migrantes en Estados Unidos, calculados en 36.6 millones por la Secretaría de Gobernación, de proteger el envío de remesas a sus familias en México, que ya han sido señaladas por la administración Trump como una fuente de recursos para construir un muro en la frontera sur a través de su confiscación.

Si consideramos que los seis estados que concentran casi la mitad del padrón electoral (Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Puebla y Nuevo León) y las cinco primeras aparecen también en la lista de las mayores receptoras de remesas provenientes de Estados Unidos, la estrategia de López Obrador tendría un doble impacto.

›El envío de dinero de connacionales a nuestro país el año pasado alcanzó 26 mil 970 millones de dólares; Michoacán, Jalisco y Guanajuato captan casi la tercera parte de este dinero, en el cuarto sitio se ubica el Estado de México con mil 606 millones de dólares, le siguen Puebla, Oaxaca, la Ciudad de México, Guerrero y Veracruz, entidades en las que la influencia política de López Obrador ha crecido.

Es el repunte del presidente nacional de Morena y su creciente vínculo con votantes en ambos lados de la frontera lo que ha encendido las alertas en algunos círculos del gobierno de Estados Unidos, pues no ven bien que Andrés Manuel se perfile para la sucesión de 2018 y sea un presidente contrario al sistema y la política estadunidense.

Los más importantes medios internacionales lo han notado. La cadena estadunidense NBC publicó el 6 de febrero, una semana antes de que AMLO visitara Los Ángeles, que el “enfrentamiento del presidente Donald Trump con México podría implicarlo indirectamente en las ambiciones presidenciales del candidato presidencial antisistema”. La preocupación es particularmente profunda entre los empresarios del otro lado de la frontera aseguró entonces la NBC.

Una semana después, el 12 de febrero, la figura del “eterno candidato de la izquierda” también la abordó The Wall Street Journal, que aseguró que la “reacción nacionalista contra Estados Unidos” y el amago del presidente Trump de romper las relaciones bilaterales han sido aprovechados por López Obrador para fortalecer sus preferencias en las primeras encuestas presidenciales. El periódico británico The Guardian, en una nota del 13 de febrero, se refirió a AMLO como “el candidato populista a la presidencia”, que ha capitalizado en su favor el descontento social vinculado a la corrupción y la opulencia de las clases políticas, y al “desempeño económico del país”, para ligarlo con la tímida respuesta del gobierno de Enrique Peña Nieto a los embates del presidente Trump.

AMLO lleva mano

La investigación por desfalco y corrupción de gobernadores, alzas en las tarifas de luz, gas y en el costo de los combustibles, la convulsión social que provocaron, la pulverización del salario mínimo y la política proteccionista y antimexicana del presidente Trump le ha permitido a Andrés Manuel López Obrador despuntar en las encuestas.

Los resultados de por lo menos siete sondeos realizados de septiembre de 2016 a la fecha por distintas casas encuestadoras y medios de comunicación, reflejan un claro despunte del actual presidente nacional de Morena en su eventual candidatura para las elecciones federales de 2018.

Según “la gran encuesta electoral. Las preferencias y los escenarios para 2018”, publicada el 8 de febrero por el periódico El Economista y elaborada por Consulta Mitosfky, si en la boleta electoral aparecieran como candidatos Margarita Zavala (PAN), obtendría un 23.7%; Miguel Ángel Osorio Chong (PRI) un 14.7%, lo que representaría una caída para ese partido de septiembre a febrero de 9 puntos porcentuales; Miguel Ángel Mancera (PRD) con 6.9% y Andrés Manuel López Obrador (Morena), con 25.8%. Así el tabasqueño obtendría la mayoría de la intención de voto sobre sus contrincantes.

En la encuesta del periódico El Financiero, AMLO también tuvo un repunte considerable de cuatro puntos porcentuales de noviembre a la fecha, ubicándolo como el preferido del electorado mexicano con 33%, en segundo lugar, con 27% la panista Margarita Zavala, quien en el mismo periodo perdió dos puntos porcentuales, para el priista Miguel Ángel Osorio Chong sólo 20% de las preferencias, marcando una caída de 6%.

En su trigésima tercera evaluación al presidente Enrique Peña Nieto, Grupo Reforma informó que sólo contaba con 12% de aprobación para su gestión hasta enero de este año, mientras que a raíz de la liberación del precio de la gasolina, quien se vio beneficiado fue Morena, que encabeza AMLO, en tanto que el PRI descendió al tercer lugar en la intención de voto. Por primera vez Morena emerge como puntero, pasando de 22% en diciembre a 27% en enero, mientras que el PAN, que se ubica en segundo lugar, cayó de 27% a 24% en el mismo periodo.

En la medición de enero de 2017 de la casa encuestadora Parametría, el PRD obtendría 7% de la intención del voto, el PRI se ubica como la tercera fuerza con 21%, mientras que el PAN obtendría 29% y en primer lugar se ubica Morena con 31% de la intención del voto. Esta última medición indica que la distancia entre Morena y el PAN es de dos puntos porcentuales y hay diez puntos de distancia con el PRI.

Para la empresa México Elige, AMLO obtiene una ventaja que va desde 3.7 hasta 23.6%, en una comparación con otros contendientes como Margarita Zavala o Ricardo Anaya, el presidente nacional del PAN. Las cifras de la encuesta México Elige dan a Morena el primer lugar en intención de voto, con 33.2%; el PAN obtienen el segundo lugar con 28.9% y sigue el PRI, con 17%.

Desde diciembre pasado, cuando se publicó la encuesta de GEA- ISA, AMLO obtuvo un crecimiento en la intención del voto para la elección presidencial y pasó del 11 a 13% de la intención de voto, de septiembre a noviembre del año pasado, Margarita Zavala cayó un punto porcentual ubicándose con 6% de preferencias en el mismo periodo, mientras que Miguel Ángel Osorio Chong también cayó dos enteros, logrando sólo 4% de la intención de voto.

En noviembre pasado algunas encuestas, como la de Buendia&Laredo daban una ventaja a la panista Margarita Zavala con 30% de la intención de voto frente a un 25% para AMLO y Morena, ahora se revirtieron.

La ruptura

Los análisis de escenarios posibles comenzaron a circular en los pasillos y oficinas del Congreso de Estados Unidos en donde se ha difundido el documento en el que se apunta que una eventual ruptura de las relaciones bilaterales con México también impactaría en suelo estadunidense con consecuencias políticas y de seguridad nacional, calificadas como reales en un escenario en el que el gobierno de Trump decidiera soltar de la mano a México.

El gran ganador de una decisión así sería López Obrador, quien capitaliza desde hace meses el entorno de descontento nacional y la debilidad del gobierno del presidente Peña Nieto para hacerle frente; y que ahora, ha comenzado a sumar a su causa las consecuencias que van dejando las políticas de la administración Trump.

El documento, elaborado por Clare Ribando y M. Ángeles Villarreal, analistas del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, plantea una perspectiva en la que la condena social a la política mexicana y el rechazo nacional a la figura y las políticas del presidente Trump derivaría en el alejamiento de México y en una ruptura de la cooperación con Estados Unidos.

No existe en México una figura presidencial fuerte que aglutine a las fuerzas políticas, sociales y económicas en un plan nacional común con el que el gobierno mexicano negocie con la nueva administración estadunidense, sostiene el análisis en el que se hace énfasis del bajo nivel de aprobación de Peña Nieto, que es “extremadamente bajo (menos de 25%) desde 2014” y que, para la tercera semana de enero habían caído hasta 12%, luego de los efectos sociales del gasolinazo.

La impopularidad del titular del Poder Ejecutivo preocupa a los asesores del Congreso que consideran que el gobierno de Peña Nieto, además “ha luchado para resolver casos de derechos humanos de alto perfil, se ha visto envuelto en escándalos y ha enfrentado desafíos de seguridad, incluyendo la creciente violencia perpetrada por grupos del crimen organizado que compiten para cubrir la demanda de drogas en Estados Unidos”.

A diferencia de lo que diversos actores vinculados al presidente Peña Nieto aseguraron sobre los beneficios de la visita de Trump a Los Pinos en agosto de 2016; el análisis sobre la visita y el trato que se dio al entonces candidato republicano devastaron la aceptación que aún le quedaba al Presidente, ya que “resultó extremadamente impopular en México” y un fracaso, pues “no logró influir en la retórica o posiciones de Trump hacia México”.

El análisis concluye que dejar caer a México en una recesión o en un escenario que permita el fortalecimiento de grupos del crimen organizado afectaría los intereses de Estados Unidos, que “se beneficia cuando México es estable, próspero y seguro”. Un cambio en la política bilateral que durante años han forjado ambos países tendría consecuencias negativas y “podría afectar la voluntad de México de cooperar con Estados Unidos, en temas migratorios y de combate al narcotráfico”, temas que preocupan a la política estadunidense. Este viaje de López Obrador cobra más fuerza si se toma en cuenta que California es uno de los estados que más migrantes mexicanos concentra.