Ilustración: Abraham SoliísENRIQUE HERNÁNDEZ
Gastón Rodríguez Lepera pasó de ser un profesor de diseño industrial universitario a un dealer de marihuana del gobierno de Uruguay, quien regularizó el consumo, la producción, la distribución y la venta: Un negocio perfecto que atenta contra el interés del narcotráfico, que cobró relevancia en el país sudamericano por la presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación.
“Nosotros abastecemos al gobierno y el gobierno es el que se encarga de regular el mercado y vender; a diferencia de otros mercados y otras leyes aprobadas como Colombia y Chile”, dice Gastón Rodríguez Lepera, socio de la compañía Simbiosys.
La regulación “es un golpe duro a un lobby de narcotraficantes y me imagino que no son tontos y buscarán la manera de conservar su negocio entrando de otra forma”, expresa a ejecentral.
“Por lo menos esta batalla (de regulación para uso recreativo, medicinal y científico) en principio la perdieron”, asegura el hombre, a quien después de una reunión el 20 de junio de 2012 le surgió la idea de fundar una empresa para sembrar la planta verde, que no es soja ni maíz, en los campos cercanos al Río de la Plata.
“Tampoco se trata de ahora todo mundo fume marihuana, porque no es así y debe ir de la mano de la educación”, advierte el diseñador industrial uruguayo de 43 años de edad y docente grado 3 de la Escuela Universitaria Centro de Diseño Industrial de la Universidad de la República Uruguay.
En 2013, el expresidente José Mujica hizo que su país se convirtiera en la primera nación del mundo en regular la producción, así como la compra-venta de marihuana con una ley que prevé su uso recreativo, medicinal y científico.
El año pasado, el gobierno de Uruguay presentó la licitación para ver quién plantaba la hierba, a la cual se presentaron 22 empresas. Simbiosys, de inversionistas uruguayos, así como Iccorp, cuyos socios son uruguayos y extranjeros, resultaron ser las ganadoras de la licitación para producir y distribuir hasta dos toneladas por año de marihuana a las farmacias uruguayas.
Rodríguez Lepera se asoció con Eduardo Blasina, director de la consultora Blasina y Asociados. Ambos invirtieron entre 600 mil dólares y 2 millones de dólares en el cultivo de marihuana.
A José Mujica, expresidente y Tabaré Vázquez, actual mandatario, les tocó aprobar diferentes fases de la regulación como que empresas privadas produjeran la hierbas, así como vigilar minuciosamente la calidad moral y judicial de los inversionistas y la venta en una farmacia de bolsitas de 10 gramos de marihuana a los consumidores.
La legalización resolvió “el problema (del narcotráfico) que surgía en Uruguay, el cual era un caos”, manifiesta Gastón Rodríguez Lepera vía telefónica, días después de que la filtración de Panamá Papers revelara que Montella Global, una sociedad propiedad del narcotraficante mexicano Abigael González Valencia, es dueña de inmuebles en Uruguay e invierte proyectos del sector inmobiliario.
A finales de abril de 2016, la autoridad de justicia de Uruguay detuvo a Gerardo González Valencia, segundo al mando del cártel mexicano de Los Cuinis y hermano de Abigael. El mexicano es acusado por los gobiernos de Estados Unidos y México de ser parte de los negocios ilícitos del cartel de Los Cuinis.
“Se ha visto un descenso en el consumo del prensado (o marihuana) paraguayo, que era de muy mala calidad y con pésimos valores de tetrahidrocannabinol (THC)”, señala el profesor universitario.
El diseñador industrial en Montevideo y experto en la gestión de procesos productivos dice que duerme y vive tranquilo, y no le da miedo de que un día de estos días amanezca sin cultivo de marihuana, que es protegido las 24 horas por militares uruguayos.
“No me considero un héroe, sino un integrante que luchó para que esto fuera una realidad y dejara de ser un cultivo oculto e hipócrita”, cuenta.
›La regulación del mercado canábico permitió que los consumidores se olvidarán de ir al “circuito obscuro” y de adquirirla con las bandas del narcotráfico, que operan en el país sudamericano, recuerda.
Ahora los uruguayos se volcaron a cultivar sus propias plantas, se inscribieron a clubes canábicos y esperan que se venda en la farmacia.
Los componentes de la marihuana que vendían en el mercado negro no era de calidad; eso cambió con la regulación porque la gente está consumiendo y plantando flores con una alta calidad.
Para adquirir los paquetes es necesario contar con un registro en el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCA), el cual lleva un censo de consumidores. El registro determina si el solicitante es autocultivador, un socio de un club, comprador en farmacias.
“No es una legalización del consumo de marihuana, sino es una regulación del mercado vendiendo y evitando hipocresía que se venía dando”, dice.
La regulación para “mí fue es sueño”, porque la prohibición ha demostrado que no sirve para nada y aumenta el consumo de marihuana, comenta el diseñador.
“Tengo varias empresas; unas se dedicada al diseño, trabajo como profesional, así como doy clases en la Facultad de Diseño”, explica el dealer del gobierno uruguayo.
Los alumnos siempre nos dicen algún chiste, pero conocen mi trayectoria: “No hago apología de la marihuana, pero para mi generación fue una lucha y un culto de las generaciones siguientes”.
VENTA EN LAS FARMACIAS:
- 10 gramos tendrán las bolsas de marihuana sin publicidad que se venderán en las farmacias.
- 40 gramos de marihuana al mes tienen autorizado adquirir el consumidor uruguayo.
- 1.2 dólares costará el gramo de marihuana a los consumidores.
- 0.9 dólares pagarán por cada gramo de marihuana las farmacias a los productores.
- 50 farmacias iniciarán con el plan piloto de venta de marihuana a los uruguayos.
- 2 toneladas serán producidas por año por las empresas Simbiosys e Iccorp, ganadoras de una licitación para producir y distribuir en Uruguay.
- Entre 600 mil dólares y 2 millones de dólares invirtió Simbiosys en los cultivos de marihuana.
- 30 son los grow shop que operan en Uruguay, contando las tiendas virtuales que venden productos por Facebook, Twitter o email.
Fuente: Fundación Propuestas
El club de cannabis es una alternativa para comprar mariguana a un bajo precio.Quiénes y cómo operan:
- 45 socios lo integran un club de cannabis.
- 150 m2 es el espacio de cultivo necesarios para cultivar la marihuana.
- 2 personas son las responsables de cuidar la producción.
- 620 dólares percibe de sueldo el encargado del cultivo al mes.
- 275 dólares gana mensualmente el encargado de administración del club cannábico.
- 37 dólares paga el socio o socia del club cannábico.
- 35 gramos mensuales recibe el socio.
- 1.10 dólares vale un gramo de flor.
- 27.5 dólares cuestan 25 gramos de flor en un club cannábico.