El pulso religioso se mide desde el Senado

23 de Abril de 2024

Oscar Moha
Oscar Moha

El pulso religioso se mide desde el Senado

La intención presidencial por hacer de “la moral” un asunto de política pública y dejar pasar a las Iglesias al ámbito gubernamental se está materializando y puede llegar a plasmarse en reformas constitucionales que eliminarían el espíritu juarista, aquél que limitó el inmenso poder que tuvo la Iglesia Católica, y hoy regulado a modo, compartirlo con otras Asociaciones Religiosas. No con todas, porque son más de 9 mil 300 las registradas, y otro tanto que solicitan el visto bueno para constituirse legalmente. Todas pueden aportar votos, pero no todas serán beneficiadas.

La senadora María Soledad Luévano Cantú fue la designada para lanzar al ruedo la propuesta de reforma a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público instruida por el coordinador de la banca de Morena en la Cámara Alta, su paisano Ricardo Monreal Ávila. Ellos y otros funcionarios, legisladores y Gobernadores se han estado reuniendo con Ministros de Culto para sondear el panorama político-religioso y saber dónde pisar para que las minas vayan tronando sin que ellos salgan lastimados, y menos el comandante en Jefe.

Uno de los temas recurrentes en el discurso presidencial es la “felicidad y el bienestar espiritual”, por lo que la instrucción de incorporar a Ministros de Culto a la vida política viene de lo más alto, para lo cual se hacen pruebas y ensayos. Uno de los primeros intentos legislativos lo tuvo el senador Américo Villarreal cuando el 27 de marzo pasado propuso adicionar al Artículo 3º Constitucional la creación de un “Consejo Federal” que fomente los valores, tomando como base La Cartilla Moral, asunto que no causó tanta polémica como la de Luévano Cantú. Luego, un mes más tarde el último día de mayo, vino la expedición del Reglamento Interno de la Secretaría de Gobernación expedido por el Presidente de la República que incorpora -de manera oficial- el trabajo eclesiástico para la “reconstrucción del tejido social”, que dio pie a notas periodísticas y preguntas en las mañaneras, pero hasta ahí.

El Presidente López Obrador es un estratega. Calcula tiempos y formas, puede medir el impacto a través de sus incondicionales: legisladores, funcionarios, gobernadores o los mismos periodistas en sus conferencias matutinas. Puede decir, pero no hacer; hacer, pero no legalizar; legalizar, pero no comprometerse a cumplir. Repite textos bíblicos, pero no los lleva a cabo, o lo aplica de manera que ni los mismos sacerdotes rabinos y pastores entienden la homilética (rama de la Teología que enseña cómo elaborar contenidos, estilos, y correcta predicción del sermón) presidencial.

Lejos de abrir un espacio para que las Iglesias registradas ante Gobernación participen y coadyuvando para la pacificar y moralizar al país entrometiéndose en áreas como la educación, seguridad, salud pública y otros terrenos, estas modificaciones que propone MORENA serían un filtro para incorporar a la 4T sólo a aquellas que tengan la misma “moral presidencial”, la brújula política apuntando hacia la misma dirección y un potencial económico para sufragar lo que ello implica.

Me comenta en exclusiva el sociólogo y experto en religión, Roberto Blancarte, respecto a esta propuesta que la Iglesia Católica está utilizando a los pastores y líderes evangélicos, a quienes su inocencia e inexperiencia los lleva a creer que ellos serán beneficiados con la aprobación de estas u otras reformas, que con estas posibles reformas la libertad de culto será tan generosa como el tamaño del cheque en blanco que le firmarán al Presidente, quien tiene en mente terminar su periodo constitucional, pero seguir ejerciendo detrás de su sucesor –o sucesora- por los siglos de los siglos… amén.

PALABRA DE HONOR: No hay quinto malo. La maestra Elizabeth Lara Rodríguez será la Quinta Visitadora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Le corresponderá atender los casos de violación a las garantías de los migrantes, tema en el que es experta. ¡Felices Fiestas!