VIDEO | Bouchra Baibanou, la alpinista marroquí que inspira a la juventud

25 de Abril de 2024

VIDEO | Bouchra Baibanou, la alpinista marroquí que inspira a la juventud

Es la primer persona de su país que logra coronar las cumbres más altas del mundo. Con su ejemplo, busca inspirar a mujeres de todo el mundo a que crean en sí mismas

Bouchra Baibanou va a cumplir 50 años y se ve como una “persona normal que realiza sus sueños”. También es “el primer marroquí, hombre o mujer” que corona las cumbres más altas del mundo. https://www.youtube.com/watch?v=eQDkkN_0XmY&feature=youtu.be “Con voluntad y perseverancia, se puede lograr”, asegura esta mujer de un metro y 52 de estatura que, en su vida “corriente”, trabaja como ingeniera en un ministerio y a la que le gustaría ver a todas sus compatriotas “creer en sus sueños”. El 16 de diciembre, Bouchra Baibanou completó lo que los amantes de las sensaciones fuertes llaman “el desafío de las Siete Cumbres”, colocando su bandera, a una temperatura de -40 ºC, en la cima del monte Vinson (4.897 metros), en la Antártida. Ahora es miembro del selecto club de los que lograron este desafío lanzado a principios de los años 1970 por el alpinista austriaco Reinhold Messner, el primero que conquistó los picos más altos de los siete continentes: la pirámide Carstensz (4.884 m) en Oceanía, el monte Vinson en la Antártida, el monte Elbrús (5.642 m) en Europa, el Kilimanjaro (5.895 m) en África, el Denali (antes llamado monte McKinley), de 6.194 m, en América del Norte, el Aconcagua (6.962 m) en América del Sur y el Everest (8.848) en Asia. “Me siento orgullosa, como marroquí y como mujer”, dice la deportista con un orgullo que no disimula. Su hazaña, ampliamente divulgada por los medios marroquíes, le valió las felicitaciones de la organización ONU Mujeres Magreb: “desde lo alto de la cima Vinson”, Bouchra Baibanou “sigue apoyando la lucha contra la violencia hacia las mujeres y las niñas”, comentó en un tuit oficial al día siguiente de su victoria. - “Mujer libre” - Sin embargo, esta musulmana devota que viste el pañuelo, rechaza el término “feminista” y prefiere definirse “como una mujer libre”, contrariamente a los estereotipos que prevalecen en su país, impregnado de los valores tradicionales sobre el papel de las mujeres. Sus trofeos decoran los muebles de su salón, en Salé, ciudad que se encuentra en frente de la capital Rabat. “Siete cimas en ocho años, de 2011 a finales de 2018, un total de 43.000 metros de desniveles con un presupuesto de dos millones de dírhams” (unos 180.000 euros), detalla. “Espero ser un ejemplo, sobre todo para las jóvenes: para que se atrevan también a creer en ellas mismas”, dice Bouchra, que se ha involucrado en la vida asociativa y trabaja en diferentes instancias oficiales. El año pasado, Bouchra Bibanou, que realiza a menudo conferencias en escuelas y universidades de su país, llevó a una treintena de adolescentes del mundo rural al pico del monte Tubqal, el más alto de Marruecos (4.167 m). “Se ve la diferencia: antes dudan, después se sienten orgullosas”, asegura. “He recorrido el mundo y escalado varias cumbres, he aprendido muchas cosas que quiero compartir”, señala. En Marruecos, “hay mucha discriminación, muchas chicas no continúan sus estudios pero, si se les da el poder, lo lograrán”. Para ella, no hay nada mejor que un deporte extremo de reputación masculina para “superar sus miedos” y aprender a “no renunciar con el primer obstáculo”. “La montaña es una gran escuela”, la conquista de las cimas pide “valentía, optimismo, perseverancia, determinación y humildad”, añade. - “Aventurera alpinista” - Esta urbanita proveniente de una familia modesta descubrió la montaña con 15 años, en un campamento. Su padre, mecánico, y su madre, ama de casa, no eran especialmente aficionados a la naturaleza ni al deporte. Después de años de senderismo, ascendió su primera cumbre con 26 años, el Tubqal. Esta experiencia embriagadora la empujó a formarse en el alpinismo en el valle de Chamonix (este de Francia), para conquistar el Mont Blanc. Aunque, según ella, “no está muy valorado ser una aventurera alpinista en Marruecos”, sus esfuerzos le permiten encontrar patrocinadores para sus expediciones (unos 60.000 euros para el monte Vinson, 80.000 euros para el Everest). Gracias a su experiencia, la alpinista milita para que el turismo de montaña se estructure en Marruecos, especialmente en el parque nacional del Tubqal, el más conocido internacionalmente, con el fin de mejorar la limpieza y “reforzar la seguridad”. El asesinato de dos jóvenes senderistas escandinavas en diciembre, a manos de un grupo de jóvenes marroquíes radicalizados, le provocó indignación: “este acto terrorista no representa mi país de paz y de tolerancia”, afirma.