De manera totalmente discreta, salvo para quien se topó con un poco de tráfico por el convoy de camionetas blindadas circulando por las avenidas de la Ciudad de México con escoltas de la Policía Federal, viajó a México hace dos semanas el director del FBI, Christopher Wray. El alto funcionario estadounidense se entrevistó con el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, y con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo. Ninguna de las partes hizo pública esta visita que tiene que ver con las preocupaciones de Washington por la coladera que se ha convertido este país en la frontera sur, y con las deficiencias en la procuración de la justicia; además, hay que recordar que es una de las principales agencias que ha impulsado en los últimos años el colocar la frontera de seguridad en el Istmo de Tehuantepec para frenar la migración con una primera base de operaciones instalada en Arriaga, Chiapas, y tal parece que en esta administración ¡sí se les hizo! Al menos, dicen los que saben, esas son las señales que han recibido.