El 19 de septiembre de 1985, Jacobo Zabludowsky realizó una labor informativa que fue reconocida a lo largo de su trayectoria durante el sismo de 8.1 grados en la escala de Richter que sacudió la Ciudad de México.
Desde las 7:19 horas, el periodista salió de su casa y desde un teléfono celular comenzó una crónica en la XEW sobre la devastación sufrida en la ciudad y dio voz a los testimonios de los ciudadanos afectados lo que permitió una construcción precisa en su discurso informativo.
Gracias a que su auto tenía un teléfono, un lujo digno de autoridades del más alto nivel, el reportero fue caminando por las calles de la capital hasta llegar a Televisa, su casa de trabajo cuya antena se había derrumbado.
“La impresión fue pavorosa para mí”, decía Zabludovsky cuando se le preguntaba por el fenómeno natural. “Sin duda es la tragedia más grande que he visto sufrir a la ciudad de México, en la que nací y en la que he vivido”.
En su crónica llamó a la calma en momentos en que autoridades locales y oficiales respondían lentamente a socorrer a la población ante la tragedia.
Zabludovsky decía que el momento más dramático de ese 19 de septiembre fue al llegar a Televisa, “porque todo el edificio de los noticieros se vino abajo. Yo sabía quiénes estaban ahí muertos bajo los escombros, eran mis compañeros”.
Se estima que entre 6 mil y 10 mil personas perdieron la vida, aunque en 2011, al digitalizar las actas del Registro Civil, se reportó que hubo 3 mil 692 fallecimientos oficialmente el 19 de septiembre de 1985.