El más importante y principal negocio público es la buena educación de la juventud Platón
Tres años han pasado desde el inicio de la gestión del Presidente Peña Nieto. Mil días restan a su gobierno. A estas alturas del camino, ¿hacia dónde se dirigen los esfuerzos de la Presidencia? Los resultados no han dado para buena prensa. De acuerdo con el Pew Research Center, la reforma educativa y el combate al narcotráfico son aspectos centrales para explicar el descenso en la popularidad.
El ambiente desabrido es más sensible en la víspera de las Fiestas Patrias. Sin embargo, tres años aún son buena oportunidad para que la huella de esta administración sea más positiva. Independientemente de las preferencias políticas de cada quien, hay más de 112 millones de habitantes por los que México debe seguir adelante. No podemos detenernos, «sólo si dices basta estás perdido» —nos advirtió Agustín de Hipona.
Sin entrar en detalles, la primera parte de este gobierno estuvo marcada por el bono de aceptación derivado del Pacto por México y las reformas. Fueron temas que sumaron puntos. Pero también hubo otros que cargaron la balanza del desaliento popular: Tlatlaya, Ayotzinapa, las casas financiadas por Grupo Higa, la fuga del Chapo. En este contexto, hace algunas semanas inició el relanzamiento de la Administración Federal con cambios en el gabinete. Los trascendidos periodísticos anunciaron los movimientos días antes. A muchos les cosquilleaba la duda. Los juegos de poder son noticia, las apuestas por quién ocuparía cada silla inundaron las redes sociales. Las secuelas de los cambios aún generan expectativas.
No obstante, más allá de los movimientos en las titularidades de algunas secretarías, ¿cuáles son los temas que marcarán la agenda de los siguientes tres años? Ya sé que es deporte nacional opinar sobre la conducción del país, y también seré hoy uno de estos aficionados: en el relanzamiento del gobierno pienso que es importante que una sea la bandera, uno el gran y estratégico tema que identifique y unifique la gestión del presidente, una batalla que le permita tener un “entregable” al final de su sexenio. Una también la bandera a la que nos sumemos quienes buscamos un mejor país. Y ojalá esa lucha sea la educativa, el más fecundo de los frentes.
Una música mejor
Aliarse en la batalla educativa permitiría, entre otros beneficios, aumentar la cohesión social de nuestro país, imprescindible para el éxito de cualquier Estado. Además, de refilón y en lo que a comunicación toca, ofrecería insumos noticiosos más positivos, información de más valor, temas de mayor trascendencia sobre los cuales hablar.
Para decirlo rápidamente, se trata de tocar una música mejor. La idea no es mía. Hace más de tres milenios Homero nos instruyó sobre esta técnica. Se los cuento con dos ejemplos del mismo poeta griego. Muchos de ustedes habrán leído u oído sobre La Odisea y la historia de “Jasón y los Argonautas”. Ambas historias refieren un viaje. En las dos hay aparece un pasaje similar: unas sirenas que con sus cantos provocan el naufragio de los marineros.
En La Odisea, Ulises manda a la tripulación taparse los oídos con cera para no escuchar sus cantos mientras que él pide que lo aten al mástil para escuchar los cantos sin perderse. Veamos la otra historia. Entre los Argonautas viaja Orfeo. Cuando se percata de que se aproximan a las sirenas, que seducen mediante sus cantos, opta por tocar una música mejor. La tripulación, fascinada, escucha a Orfeo quien ahoga con la belleza de su música los embrujantes acordes de las sirenas.
La manera en la que Orfeo enfrenta el problema es, a mi juicio, la opción más atractiva: tocar una música mejor. Dirigir la mira a un punto más alto. El canto de las sirenas también se vence cuando cada uno alberga ideales más grandes, cuando hay en su vida una razón para gastarse y no quedarse varado en el camino.
Como antes lo referí, pienso que en México esa melodía es la educación. Generar con ello una ciudadanía más cohesionada y conseguir la gran transformación nacional, tantas veces relegada entre las necesidades reales y el beneficio personal y electorero.
Agradezco a EJE CENTRAL la cálida e irrestricta hospitalidad que ha ofrecido a esta columna en su primer año de vida. Es un orgullo continuar colaborando con ustedes.