Les quedan tan sólo 12 días para aprobar 43 artículos que integrarán la Constitución Política de la Ciudad de México, es por eso que a partir de enero algunas sesiones se extienden hasta la madrugada
Bet-biraí Nieto Morales
“¡Ya vámonos!”, gritó uno de los constituyente en medio del salón de sesiones.
“¡Tenemos sueño!”, siguió otro grito, esta vez femenino, desde un punto distinto del Antiguo Palacio Legislativo de Xicotencatl.
“¡Mañana le seguimos!”, se escuchó una tercera exclamación en plena madrugada de una sesión que había comenzado nueve horas antes.
“¡Que declaren receso!”, exigió otra voz ante el hartazgo de los asistentes.
Eran las dos de la madrugada. Y esos eran los susurros y gritos que retumbaban en la sala de la antigua sede del Senado, durante la sesión ordinaria del viernes 13 de enero, una de las más largas que ha tenido la Asamblea Constituyente desde su instalación el 15 de septiembre pasado.
La respuesta del presidente de la Asamblea, Alejandro Encinas Rodríguez, ante la petición del constituyente Fernando Lerdo de Tejada para declarar un receso y regresar horas después, fue contundente:
“No lo veo viable en ningún momento. Hemos agotado la discusión y tengo que hacer la declaratoria. Esto no debe quedar inconcluso”.
›Estaban cansados y fastidiados. No era la primera vez. Desde el 4 de enero, los constituyentes acumulan 12 horas al día de trabajos en comisiones, celebradas en los salones dispuestos en las instalaciones del Palacio de Minería, para aprobar en cada sesión del Pleno hasta tres o cuatro artículos.
Tienen prisa. Los minutos quieren convertirlos en horas. Y es que pareciera que no les dará tiempo de concluir. Les quedan 12 días para aprobar 43 artículos y ya se gastaron tres meses en discutir y avalar apenas 34.
Ese día, el 13 de enero, había corrido el reloj más de cuatro horas discutiendo los artículos 22 y 21, sobre desarrollo sustentable y ciudadanía, respectivamente. En la sesión maratónica, Alejandro Encinas, logró apaciguar a sus compañeros y concluyó la sesión a las 3 de la mañana.
Tengo la esperanza
Doce días son suficientes para terminar la redacción de la carta magna, porque “la encomienda así lo marca”, aseguró Cecilia Soto González, diputada presidenta de la Comisión de la Ciudad de México en el Congreso de la Unión por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y también integrante de la Asamblea Constituyente.
“Aparentemente vamos tarde, pero yo tengo la esperanza de que lleguemos a terminar a tiempo porque criterios fundamentales tanto del funcionamiento de la Asamblea como de cuál es el significado de temas de sustento ya están claros”, aseveró.
La razón por la que los constituyentes aprueban esa cantidad de artículos al día sólo se debe, según Soto González, a que el trabajo formal de comisiones terminó desde el 10 de diciembre con la llegada de los dictámenes y con ello se dio paso a las sesiones del pleno. El único retraso se debe a que legisladores “sin trabajar la redacción de los artículos en las comisiones esperan a que pase al pleno para presentar reservas sin conocer el proceso ni el debate”.
Jesús Ortega Martínez, también constituyente del PRD, aseguró que con estas 27 sesiones celebradas han avanzado significativamente, pues han discutido los artículos fundamentales como la Carta de Derechos, Principios Generales y Desarrollo Sostenible y Planeación Democrática, éste último es un apartado novedoso en el ámbito legislativo del país.
“Es necesario sesionar todos los días, incluso los domingos, que son los únicos días que no se trabaja en comisiones. No se trata de las sesiones, hay que trabajar a todas horas para proponer debates y comparaciones”, manifestó el legislador, quien también garantizó que el 31 de enero habrá Carta Magna.
Brillaron por su ausencia
Desde la instalación de la Asamblea, 10 constituyentes han solicitado licencias indefinidas, la mayoría proveniente de figuras extraídas de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Uno de los casos más notables fue el del actor Damián Alcázar Castello, de Morena, quien faltó a 12 sesiones de 17, y fue hasta el pasado 11 de enero que pidió una licencia indefinida para grabar una serie en Colombia.
En la misma bancada se ubica el escritor Mardonio Carballo, quien tuvo pocas ausencias y presidió la Comisión de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes, pero pidió licencia tras denunciar que el proceso legislativo está “secuestrado por cuotas partidarias y por personas de interés ilegítimo”. Algo similar ocurrió con su correligionario Fabrizio Mejía Madrid, con tres inasistencias, y quien al tramitar su licencia alegó que existía “manoteo desde las cúpulas” que obstaculizaron su trabajo.
El único de esa fórmula que, previo a la instalación de la Asamblea, solicitó licencia por motivos de salud fue el periodista Carlos Payán.
El caso de los diputados del PRI fue diferente. La mayoría decidió bajar del barco Constituyente para saltar hacia diferentes puestos de la función pública, como es el caso de Raúl Cervantes Andrade, que ahora funge como procurador general de la República; Ana Lilia Herrera, quien ahora despacha en la Secretaría de Educación del Estado de México.
De los priistas que prefirieron abandonar la Constituyente para retomar sus actividades anteriores, fueron Carlos Humberto Aceves y del Olmo, y Joel Ayala Almeida, al frente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y en el Senado, respectivamente. El cargo de diputado constituyente es irrenunciable, por eso se nombra un suplente y hay personas que no pueden dedicarle todo el tiempo a esto. Esta no es una Asamblea Legislativa de Juanitos, dijo Jesús Ortega, pese al número de figuras que han abandonado la causa constituyente.
El PRD y el Partido Verde Ecologista también tuvieron sus bajas con el flautista Horacio Franco Meza y el senador Pablo Escudero Morales, éste último se convirtió en presidente de la mesa directiva del Senado y el músico tuvo que cumplir su agenda de trabajo.
Las inasistencias también han sido notables. De 17 sesiones, el actor afiliado a Morena, Héctor Bonilla, faltó siete ocasiones; seguido de Jesús Sesma, del PVEM, quien se ausentó seis veces, y la constitucionalista Ana Laura Magaloni Kerpel, designada por Miguel Ángel Mancera, registró cinco inasistencias.
Tanto Soto como Ortega aseguran que las inasistencias de sus compañeros constituyentes no representan ningún retroceso para los trabajos en la Asamblea, sino para el partido que representan. Las peticiones de licencia, aclaró la diputada, nunca han obstaculizado el quórum, “siempre hemos estado más de 60.