Los paros no programados en las refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex) han reportado un alza general durante los primeros ocho meses del año en comparación con el mismo lapso de 2020.
Así lo dio a conocer Ramses Pech, quien detalló que de enero a agosto de 2021 se notificaron 279 de estos paros, cifra que representa un 27 por ciento más que los eventos ocurridos el año previo.
El experto en el sector energético, socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects, alertó sobre los hechos que han influido en esta situación. “Hemos visto muchos accidentes últimamente”, refirió durante su participación en el foro que realizó la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (Ampes).
En este sentido, Ramses Pech puntualizó que se trata de hechos que demandan un “correctivo”, por lo que no se puede hablar de eventualidades sobre mantenimiento preventivo.
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Estos paros que no son programados en las plantas de proceso, significa que alguna planta de la refinería fue parada, puede ser la coquizadora, fraccionadora, torre de destilación o algo en el sistema que genera la electricidad.
Ramses Pech.
Al respecto, el experto remarcó que estas situaciones afectan el proceso del crudo, lo que repercute en una demora en la producción de gasolina y diésel.
Detalló que en la refinería de Cadereyta se presentó un alza de 200 por ciento en los paros no programados, mientras que en la de Tula el incremento fue del 97 por ciento. Ambas son las que lideran este indicador; no obstante, señaló que en unidades como las de Salamanca y Minatitlán hubo una baja en la incidencia con el 5 y 2% respectivamente. GA
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