México cuenta con una red de ductos que equivale a dar casi dos vueltas a la Tierra por el Ecuador, de acuerdo a estudios universitarios ya que no hay datos oficiales y es información que se encuentra en reserva por tratarse de “seguridad nacional” en materia de energía y traslado de hidrocarburos. Sin embargo esta red es vieja, data de hace más de tres décadas e insuficiente para la distribución de combustibles que hoy el país requiere. El tema es relevante, ahora que el robo de hidrocarburos refinados, a través de tomas clandestinas, parte del llamado huachicoleo, se ha disparado y el actual gobierno federal ha emprendido un plan para combatirlo. En su habitual conferencia de prensa mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la cuarta fase del plan para abatir este tipo de robo es “aplicar la ley, es decir, acabar con la corrupción y con la impunidad”. Explicó que “si lo vemos, el problema en lo estructural. En el fondo encontramos, entre otras cosas, que no se tienen ductos suficientes, que no creció el número de ductos, que son los mismos ductos de más de 30 años con miles de tomas clandestinas, ductos parchados y con muy poca posibilidad de distribuir combustible”, de ahí que, se comenzó por “ampliar la capacidad para distribuir combustible con pipas, ese fue el plan que se inició”. Pero en el rol de preguntas y respuestas en la conferencia, el primer mandatario no se dirigió al reportero de ejecentral quien quería conocer las medidas a mediano y largo plazo en ese tema: ¿se reemplazará, modernizará o reparará la línea de ductos?, ¿habrá inversión en ese sentido?, ¿las pipas terminarán por suplir a la red de miles de kilómetros de ductos?, estas y otras preguntas quedaron en el tintero. Se sabe que el 94% de los ductos son terrestres, mientras que cerca de cuatri mil están en el Golfo de México, frente a las costas de Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas; y 21.5 kilómetros en el Océano Pacífico frente Baja California, ¿están los ductos submarinos en las mismas condiciones de abandono? A inicios de 2016, se aprobaron enmiendas a la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, y se agregó el 23 que establece: “La información o datos sobre el funcionamiento de las operaciones, instalaciones, actividades, movimientos del personal o vehículos de asignatarios, contratistas o permisionarios que se vinculen con las actividades previstas en el párrafo séptimo del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, será considerada información de Seguridad Nacional en términos de la Ley en la materia. Lo anterior, sin perjuicio de las obligaciones establecidas en la legislación aplicable en materia de transparencia y acceso a la información pública”. Bajo ese argumento, Pemex, la secretaría de Energía y demás autoridades en la materia de hidrocarburos niegan el acceso público a la información desagregada y en formatos abiertos sobre la infraestructura de ductos existente. Y al respecto el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información Pública (INAI) ha interpuesto quejas por la opacidad que genera el citado artículo, sin embargo, permanece vigente. De allí la importancia de que puedan responderse las interrogantes. El primer mandatario continuó con su conferencia y afirmó que “antes de la tragedia de Hidalgo, que aquí lo expusimos, se resolvió comprar carros tanque para aumentar el volumen de combustible transportado”. La solución de las pipas, dijo, abatirá el desabasto, pues explicó que “a partir de que se consumen, sólo en gasolinas, 800 mil barriles diarios y el propósito es aumentar la capacidad de distribución existente y por eso se resolvió comprar pipas para tener cuando menos 200 mil barriles más en distribución, porque tenemos inventarios, tenemos combustibles en los puertos, pero no puede distribuirse el combustible porque constantemente hay que estar parando los ductos debido a las tomas clandestinas”. La meta es comprar 707 carros tanque en total, los cuales llegaran a fines de marzo. Por el momento con 85 millones de pesos se adjudicaron 571 sin licitaciones y por tratarse de una emergencia, “se envió una misión a Estados Unidos para adquirir autotanques”. Misión que integraron el secretario de Relaciones Exteriores, la secretaria de la Función Pública, la secretaria de Economía y la oficial mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, acompañado de servidores públicos de Pemex y de la Secretaría de la Defensa, precisó el mandatario. Las pipas, “van a estar operadas por la Secretaría de la Defensa en el Plan DN-III, de abasto a combustibles. Es un asunto de seguridad nacional”. Al igual que los ductos, que como dijo, son obsoletos y parchados, con miles de tomas clandestinas, sin embargo, no se supo si se arreglarán o renovarán. EC
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