La búsqueda de morenistas demócratas

18 de Abril de 2024

Antonio Cuéllar

La búsqueda de morenistas demócratas

antonio cuellar ok

Las reveladoras filtraciones de los audios atribuidos a Alejandro Moreno son el veneno del PRI en la víspera de elecciones estatales del domingo entrante, tanto por el fenómeno interno que evidencia, como por el desánimo que lógicamente debe provocar en la alianza Va por México, construida sobre un ideario que, en teoría, pugna por terminar con esa condición descubierta.

¿Cómo va a convocarse al elector a defender el pacto democrático nacional, cuando quien encabeza al PRI se conduce en la forma que hemos presenciado? Los defectos que en este caso se puedan atribuir a la cabeza se extienden desafortunadamente a lo largo del cuerpo.

La posibilidad inminente de que la oposición enfrente un fracaso doloroso en las elecciones estatales de este año, no pudiendo conservar algunas gubernaturas de entidades que conforman un verdadero bastión para los partidos aliados, es un hecho que nos debe preocupar, pues al convertirse Morena en un partido que podría gozar hegemonía en hasta veinte localidades, aglutinará un poder político y presupuestario que fácilmente podría desmantelar los avances que en el ámbito de la equidad electoral se han armado a lo largo de los últimos cuarenta años.

Las reformas a la Constitución requieren de la aprobación de una mayoría calificada de dos terceras partes de legisladores federales presentes, así como del voto igualmente favorable de la mayoría simple de las legislaturas de los Estados que componen la Unión. Este segundo elemento, que se ha conservado como un elemento de seguridad constitucional, podría endosarse por el electorado a favor de Morena este fin de semana que viene. De ser así, ¿cómo se defenderá a la Constitución en los procesos de reforma por venir? La amenaza de una modificación al pacto federal y las decisiones políticas fundamentales que consigna se vuelve más latente.

La oposición ha demostrado nula capacidad crítica y organizacional para enfrentar el desafío. Los eventos de la semana pasada han debilitado la credibilidad que podía todavía haber sobrevivido. Urge un giro drástico de timón que permita a la ciudadanía saber que tiene aún representantes ciudadanos capaces de involucrarse eficazmente en la vida política y el gobierno de nuestro país.

Curiosamente, de no llegar a consolidarse el cambio del que pudiera depender el advenimiento de un nuevo gobierno de oposición, tendremos que voltear al pasado para descubrir cuáles fueron los factores que, durante el reinado de un partido hegemónico en el poder, provocaron el cambio de paradigmas en el ámbito electoral que permitieron la construcción de nuestro sistema vigente.

Muchas críticas pueden recibir algunos militantes del PRI que, habiendo accedido al poder, hicieron uso indebido de su investidura para emprender actos de despotismo o corrupción. Una cualidad, sin embargo, no puede escatimarse en contra de su militancia: el PRI es auténtica y probadamente un partido político estrictamente institucional.

Es en esa coyuntura que quienes lo dirigieron en algún momento de su vida en el ejercicio del poder, pudieron transitar de la hegemonía de poder a la alternancia. Si bien la oposición tuvo mucho que ver en la construcción del México democrático, éste no se habría alcanzado jamás si no hubiera habido disposición del propio partido en el poder, el PRI.

Con un nuevo partido dominante, Morena, podría aprender de la historia e identificar en su propia militancia a los agentes que, de llegar a ser el caso, podrían ser más amistosos con la visión de un México pluripartidista y democrático, y empezar a hablar de dicho militante.

La edificación de una candidatura al interior de Morena se inclinará siempre a favor de quien pudiera llegar a ganar la elección del 24. Si la oposición no tiene la capacidad de organizarse a la altura que el reto demanda, entonces es momento de empezar a elegir, dentro de las filas de Morena, al candidato que podría ofrecer un retorno, pronto o mediato, a los cauces del México moderno que deseamos y demandamos. Ya tendremos la oportunidad, en otra ocasión, de analizar el perfil más posiblemente democrático de entre los aspirantes morenistas ya apuntados, y ya deberemos de empezar a hablar de él.