- El exsecretario de Gobernación confía en que la conversión del tabasqueño en un actor más moderado sea genuina - Acusa a los partidos de olvidarse del ciudadano y al INE de responder a cuotas partidistas - La llegada de Trump, advierte, obliga a los mexicanos a la construcción de un nuevo consenso nacional VIDEO | EstebanMoctezuma, el nuevo fichaje de López Obrador
Juan Carlos Rodríguez
A sus 62 años, Esteban Moctezuma Barragán tiene el fuelle para escalar el Kilimanjaro, la montaña más elevada de África. Fue en noviembre pasado cuando emprendió el reto de subir aquella cresta de más de cinco mil metros de altura. Eran días en los que reflexionaba su regreso a la política.
Hoy, la foto tomada por él mismo a uno de los espectaculares picos nevados de Tanzania tiene un lugar central en la vitrina de su oficina. Es el trofeo que le recuerda que tiene una condición física envidiable y que está en forma para volver a la faena política y resistir las críticas por hacerlo de la mano de alguien que ha sido calificado por sus adversarios como “un peligro para México”.
Moctezuma Barragán, actual presidente ejecutivo de la Fundación Azteca, fue invitado por Andrés Manuel López Obrador a analizar y enriquecer su propuesta de desarrollo social con miras a construir una plataforma de gobierno que sea competitiva rumbo a las elecciones presidenciales de 2018.
Sí, el mismo Moctezuma que formó parte del gabinete del presidente Ernesto Zedillo, el mismo que coordinó la campaña de Francisco Labastida en 2000. El mismo que fue parte del PRI, al que el tabasqueño acusa de incubar la “mafia en el poder”.
¿Podría reconstruir cómo fue el acercamiento con López Obrador?
—Yo conocí a Andrés Manuel hace 22 años, siendo yo secretario de Gobernación y él como excandidato a la gubernatura de Tabasco. Él inició un movimiento de resistencia allá en Tabasco contra los resultados electorales y pues nos conocimos, digámoslo así, del lado opuesto del escritorio cada uno.
“Creo que a lo largo de nuestras conversaciones y lo que se dio en esa época, prevaleció siempre la madurez, el respeto, la seriedad y me imagino que eso fue lo que nos quedó a ambos.
“Después de eso seguimos viéndonos regularmente, nos veíamos de vez en cuando, pero siempre hablamos de un tema común que era cómo lograr que México crezca de manera armónica, cómo poder luchar en contra de esas enormes diferencias que hay en el país.
¿Quién fue el enlace?
—Tenemos amigos mutuos. Alfredo Romo, el empresario, nos acercó en varias ocasiones. Me pidió que me acercara con él para ayudarlo en un grupo plural, independiente, autónomo, que le pudiera dar sus ideas sobre un libro que estaba por presentar, y en particular me pidió que yo analizara todo el tema social del libro para darle una opinión junto todo un equipo de trabajo que ustedes ya conocen, que coordina Alfonso Romo, en el que está Laura Esquivel, Claudia Sheinbaum y Adrián Rodríguez. “A mí me llamó la atención la invitación porque es respetuosa de todos nosotros en el sentido de que es apartidista, de que es autónoma, podemos decirle, criticar y aportar lo que queramos, de acuerdo a nuestras experiencias”.
Imagino que usted puso condiciones…
—Condiciones se oye un poquito fuerte, son acuerdos. En primer lugar, que yo mantenía mi condición de apartidista; desde hace muchos años que no milito en un partido. De hecho, lo que he escrito en las colaboraciones que tengo en el periódico El Universal hablan en contra de lo que podemos llamar la partidocracia.
“Yo siento que la clase política en general y los partidos políticos en específico han logrado construir una relación madura en donde todos pueden expresar sus necesidades y entre todos gestionar soluciones, pero se les ha olvida la gente, el pueblo, el ciudadano...
¿Piensa que han fallado los partidos?
—Los partidos están hechos para apoyar programas que saquen adelante las necesidades sociales, para preparar a la sociedad para todos los retos que vienen, sobre todo en materia tecnológica, y en vez de eso creo que se ha creado esa partidocracia en donde incluso las instituciones entre comillas ‘ciudadanas’, como pueden ser las electorales, ahora son cuotas partidistas.
¿Qué le garantiza que AMLO incorpore esas ideas y que no termine imponiendo su voluntad? —Mira, nosotros aportamos, hacemos el mejor trabajo posible y él sabrá qué toma y qué deja de esa aportación. Finalmente si es útil o no eso lo va a determinar Andrés Manuel.
“Pedro Miguel, cuando presentó su libro Andrés Manuel, dijo algo que a mí me resume todo lo que estoy diciendo: antes Andrés Manuel estaba llamando a un frente popular. ¿Esto qué quiere decir? Pues un frente que busca el poder, busca la visión y la propuesta fundamentalmente popular. Y dice Pedro Miguel: hoy estamos proponiendo un frente nacional, el frente nacional busca la inclusión de todos, y yo soy un convencido de que México necesita que todas estas realidades se puedan plantear en la mesa y cada uno pueda discutir sus puntos de vista
¿Cuál es la sustancia de las ideas que aportará Esteban Moctezuma en materia social al proyecto de López Obrador?
—El proyecto todavía no está realizado, precisamente nos invitó y apenas se acaba de configurar la mesa la semana pasada, para tener todo este año para hacer la propuesta.
“Afortunadamente tenemos suficiente tiempo, yo creo que también fue un acierto de Andrés Manuel, desde hoy empezar a discutir las ideas, porque así cuando esto se proponga, a finales de año, pues entonces se va a tener una plataforma muy sólida de propuestas”.
Pero ya tiene cosas en mente…
—De lo que tengo en mente, definitivamente hay un segmento olvidado de la población mexicana que es la juventud.
“Curiosamente, se habla del bono demográfico, pero el bono demográfico se da en una sociedad donde la base de jóvenes está inmersa en el sistema productivo generando riqueza, está aportando valor agregado, está desarrollando sus capacidades.
❝Y cómo vamos a tener un bono demográfico cuando buena parte de la juventud está olvidada, cuando hay muchísimas personas que no tienen estudio ni trabajo, que se les llama ninis, cuando se le dio un excesivo peso a la producción y hay tantas madres solteras que no pudieron cuidar a sus niños y los niños se formaron en las calles❞.
“Una de las explicaciones a la enorme violencia en Ciudad Juárez es precisamente que los niños, los hijos de las madres trabajadoras de maquiladoras se quedaron solos y se educaron en las calles y se volvieron amigos de personas que los orillaron a la violencia.
“Hay una falta de atención a nuestra juventud. Yo le he visto en Esperanza Azteca, tú le acercas a los niños una oportunidad de volverse músicos, y de repente empiezan a tocar de maravilla, de repente empiezan a entusiasmarse con un proyecto, estudian cuatro horas diarias de lunes a viernes, y quieren a veces estudiar más. Y si tú a esos jóvenes los ves dices ¡wow!, qué juventud tiene México.
“En Alemania hay una figura que es el aprendiz. Y todavía sigue. En Alemania a los jóvenes se les permite entrar a las empresas para aprender haciendo, que es otra de las cosas interesantes del mundo moderno: la mayoría de las personas trabajan en algo distinto de lo que estudiaron, porque no está vinculada la academia con la planta productiva.
“La propuesta en este caso es llevar a cuando menos dos millones de jóvenes que no estudian ni trabajan a tener becas en las empresas para que aprendan a trabajar dentro de las empresas”.
¿Pedirá apoyo a los empresarios?
Sí, obviamente, pero el recurso de la beca sería dada por el gobierno federal, la iniciativa privada lo que tendría que hacer es darle seguimiento, sistematizar el aprendizaje, evaluar al joven y abrirle las puertas para que aprendan.
¿Qué le parece el programa Prospera? ¿Lo mejoraría o lo eliminaría?
—Prospera ha sido un programa muy exitoso, ha sido copiado por toda Latinoamérica y en otros países como la India. Como cualquier otro programa público tiene cosas que pueden mejorarse, cosas que a lo largo del tiempo hay que afinar. Lo vamos a estudiar a fondo.
“Pero es un programa mexicano muy importante. Sus orígenes están en 1997-1998 como Progresa, luego lo cambió Fox a Oportunidades. Ahora se llama Prospera, lo que quiere decir que, no obstante que han cambiado los partidos en el poder, el programa se ha mantenido”.
Andrés Manuel y los empresarios
¿Qué papel van a jugar TV Azteca y Ricardo Salinas Pliego en esta mancuerna con López Obrador?
—Mi incorporación es una decisión personal, una decisión en la que no entra Fundación Azteca al proyecto; entra Esteban Moctezuma. Obviamente le comenté a Ricardo de mi decisión y afortunadamente, como siempre ha sido, fue muy respetuoso de la misma.
“Yo lo que digo es: una persona que está en los medios de comunicación, que tiene periodistas independientes, que forman opinión, pues no puede decirles qué pensar a sus ejecutivos y a las personas que trabajan para él. Con respecto al trabajo sí, pero no con respecto a la política. “Por eso hay voces independientes que dicen muchas veces quizás cosas que a la empresa no le gustan, pero los respeta y siempre ha sido eso la medida de trabajo con Ricardo”.
¿Es usted un enlace de AMLO con un sector de los empresarios?
—No. Yo entro como lo que soy, yo soy un miembro de la sociedad civil organizada, yo soy miembro de una organización de una empresa privada. Yo fui servidor público toda mi vida, fui secretario de Desarrollo Social, fui subsecretario de Educación Pública, fui oficial mayor de Educación Pública. Estuve en varias organizaciones sociales, fui presidente del Patronato del Instituto Nacional de la Salud Pública. Actualmente presido Compromiso Social por la Calidad y la Equidad de la Educación.
“Entonces esa es la experiencia que quiere rescatar Andrés Manuel cuando me invitó: tú que tienes tanta experiencia en el área, apórtanos lo que puedas. Y a eso se resume. Es algo personal.
¿Es genuino el giro de López Obrador como un político ahora más moderado e incluyente?
Pues, obviamente, todos esperamos que sí. Lo que estamos conociendo de él y lo que él está proponiendo es algo que México necesita: este diálogo plural, independiente.
“Yo lo que estoy viendo es una persona muy incluyente. Creo que él está ajustando su propuesta política con una perspectiva muy sana para el país”.
¿Se ve usted en el equipo de campaña de AMLO?
—No lo sé. Todo depende de cómo se dé la experiencia a lo largo del año, cómo se dé la comunicación.
“Mi trabajo me ha puesto en contacto con la base social y al mismo tiempo poder organizar a otros factores para apoyar esa base social. En ese diálogo con la base, con los empresarios, ahora con Andrés Manuel, pues veré qué quiero seguir haciendo: si seguir en el sector social, si seguir siendo un líder social, si continuar en el trabajo de base o empezar a hacer otro tipo de trabajo más ejecutivo”.
¿Se ve como el secretario de Desarrollo Social de López Obrador?
—No es mi intención, ya lo fui y no es mi intención, pero tampoco lo suprimo. Una de las cosas que me ha funcionado a mí en la vida es analizar todas las cosas siempre a través de escenarios.
“Un escenario es quedarme en Fundación Azteca, a la cual quiero muchísimo; he recibido todo el apoyo de Ricardo Salinas para hacer proyectos muy importantes, y estar aquí realmente es algo muy valioso para mí.
“Otro escenario sería irme al gobierno federal, que cambia radicalmente la perspectiva de las cosas. Otro escenario es irme al Legislativo y poder mantenerme como alguien que trabaja en el sector social, porque no es incompatible. Y otro escenario es retirarme y vivir la vida que en estos momentos la vivo trabajando.
“Y lo que nunca contamos es que a la mejor todos estos planes se van a la porra porque uno se muere. Entonces, afortunadamente hay muchos escenarios”.
El nuevo tablero mundial
¿Cómo influye el factor Trump en la carrera hacia 2018?
—Yo creo que la gran oportunidad que tiene México es volver a voltear hacia adentro. Independientemente de las barreras que ponga el presidente Trump hacia México, ya nos está obligando a ver hacia adentro. Y yo estoy seguro que hay muchas oportunidades que no estamos viendo precisamente por ver hacia afuera.
“El mercado norteamericano es de 350 millones de personas; el mercado latinoamericano son 600 millones. Podríamos convertirnos en un país que sea líder de toda una región. Hacia México hay un consumo enorme, pues somos el socio más importante importador de Estados Unidos de productos que se podrían fabricar en México.
“Tan sólo pongo el ejemplo de los alimentos procesados. En toda la zona sureste de México, la Riviera Maya, el por ejemplo, consumo de alimentos procesados de esa zona se importa de Estados Unidos casi en su mayoría, pero Estados Unidos produce esos alimentos procesados con materia prima mexicana. Les exportamos, lo procesan y nos lo regresan.
“Si en Oaxaca pones todo un parque industrial de alimentos procesados, y en Chiapas también, y generas allí mucha inversión y empleo, y lo mandas a la demanda mexicana, pues es un ejemplo de cosas que se puede hacer de manera muy clara”.
¿El efecto Trump alteró la estrategia de López Obrador?
—Él lo que ha dicho es “no tengo todas las respuestas, el mundo se ha vuelto muy complejo y necesito de expertos, el país es un país diverso y necesito escuchar la diversidad.
“Hace rato te mencioné algo que no se está mencionando en ninguna parte, y es la tecnología. Nos vamos a estrellar con la tecnología en los próximos años, y lo digo no en sentido peyorativo, sino de lo brutal que va a ser el cambio en nuestras vidas.
“Así como cambió nuestras vidas porque aparecieron internet y los teléfonos inteligentes, y de repente nos vimos todos comunicados, y al estar todos comunicados entonces la democracia empezó a tambalearse porque la gente ya no necesita representantes, ya se puede comunicar directamente, puede expresarse, ya puede haber grupos horizontales que no tienen por qué recibir instrucciones verticales.
Foto: Jorge Villalpando“Eso obviamente va a afectar la democracia, la producción, el campo. Ya ahorita se están produciendo alimentos de las células del propio alimento. A un filete le quitan las células y reproducen un filete enorme con esas células. Y es filete, no es algo artificial.
“Y como ese ejemplo hay cualquier cantidad, de cómo va a cambiar la sociedad. Se va a robotizar toda la producción. El señor Trump se está llevando la industria automotriz de regreso a Estados Unidos para darles empleo, y en cinco años esas industrias van a producir con robots y no con seres humanos. En cinco años.
“Aquí el tema es, y creo que es lo valioso de la propuesta de Andrés Manuel, cómo nos vamos a encontrar los mexicanos para tener propuestas ágiles, incluyentes. Ricardo Salinas tiene una frase que a mí me gusta mucho y que es que ‘debe de haber prosperidad incluyente’. Entonces tenemos que buscar que México prospere, pero de manera incluyente. Y creo que un granito de arena es la conformación de este grupo.
¿Y cómo hacemos para subirnos a esa ola?
—Tenemos que estar unidos en lo esencial los mexicanos, los mexicanos debemos saber qué queremos como mexicanos y nos podemos pelear en todo lo demás. Ok: queremos que haya futbol, pues bueno hagamos todo lo posible para que haya futbol. Y ya después cada quien le irá al equipo que quiera.
“Pero lo importante es que estemos unidos en los esencial. ¿Cuál es el problema de México frente a Trump? Que hicimos a un lado la política exterior mexicana, hicimos a un lado la Doctrina Estrada, y a la hora de presentarnos frente a Trump no sabemos cómo hacerlo porque no hay un consenso nacional que antes si había. Construyamos ese nuevo consenso.
Usted se ha declarado crítico de la partidocracia, pero ahora mismo ha aceptado colaborar con un partido. ¿Cómo cuadran las cosas?
—Yo no me estoy acercando a un partido político, me estoy acercando a un personaje político, que es Andrés Manuel. Pero lo que yo digo siempre: yo me reúno cotidianamente con miembros del gobierno federal para discutir sobre desarrollo social, sobre educación, sobre cultura, y se ve como algo natural.
“Entonces rompamos prejuicios y reunámonos todos los mexicanos con todos los mexicanos, discutamos ideas, saquemos ideas, y luego, de lo que se va a tratar el próximo año es discutir las ideas y no las personas”.
Una última pregunta. Siempre ha sido un misterio saber quién entregó a López Obrador, en 1995, las cajas con las pruebas del presunto fraude en las elecciones de 1994 en Tabasco. Usted, que era secretario de Gobernación por esos días, ¿sabe quién pudo ser?
No tengo la menor idea. Lo que sí puedo aseverar es que nosotros no tuvimos participación en ello.
El reacomodo de piezas
Enero trajo varias sorpresas en materia de medios de comunicación y política. Por primera vez, durante cuatro semanas consecutivas, los programas de Televisión Azteca se han colocado en los primeros lugares de audiencia, menguando el predominio de Televisa.
De acuerdo con RH Ratings, empresa especializada en medición de audiencias, en la primera semana de enero (del 2 al 8) el noticiario Hechos de la Noche fue el programa más visto en los hogares mexicanos, y en segundo lugar estuvo la serie Rosario Tijeras; para la segunda semana (del 9 al 15), el programa con mayor rating fue Rosario Tijeras y desde entonces no ha bajado de ahí. El noticiario nocturno de Televisión Azteca ha fluctuado entre el cuarto y quinto lugar, en todos los casos superando a 10 en Punto con Denise Maerker.
Es en este contexto que se anunció la incorporación de Esteban Moctezuma Barragán como asesor de Andrés Manuel López Obrador. El presidente de Morena, puntero en las encuestas entre presidenciables, le encomendó la tarea de armar el capítulo de desarrollo social de la plataforma política con la que competirá en las elecciones presidenciales de 2018.
Moctezuma Barragán es uno de los más cercanos colaboradores de Ricardo Salinas Pliego, presidente del poderoso Grupo Salinas y dueño de Televisión Azteca. La revista Forbes lo ubica como el noveno hombre más rico de México, con una fortuna valuada en 4 mil 300 millones de dólares.
“Los hombres del dinero ven con muchas posibilidades de triunfo a Andrés Manuel López Obrador y comienzan a hacer sus apuestas”, afirma el abogado y analista político José Elías Romero Apis, quien sostiene que “de los tres alfiles que tiene Salinas Pliego, Moctezuma Barragán era el más libre para acercarse a López Obrador”, pues los otros dos, Jorge Mendoza y Tristán Canales, tienen vínculos con otros partidos.
Moctezuma Barragán fue el primer secretario de Gobernación del presidente Ernesto Zedillo, quien tenía reservado ese puesto para José Francisco Ruiz Massieu, pero su asesinato, en septiembre de 1994, lo obligó a buscar un sustituto. Duró seis meses en el cargo. También tiene estrecha relación con Francisco Labastida Ochoa, de quien fuer coordinador de campaña en 2000.