Sólo dos días después de anunciar que buscará la reelección, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio un golpe en la mesa y emitió una orden ejecutiva que autoriza el despliegue de tropas en la frontera con México para reforzar el combate al tráfico de drogas.
Firmada el pasado 27 de abril, la orden presidencial instruye al secretario de Estado, Antony Blinken, y al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a desplegar tropas de reservistas en servicio activo, sin precisar el número de efectivos.
El operativo militar se enfocará en la frontera suroeste, es decir, en las colindancias de Estados Unidos con Baja California, Sonora y Chihuahua.
De acuerdo con información de autoridades mexicanas y estadounidenses, los mayores decomisos de fentanilo —droga que causa unas 100 muertes al año por sobredosis en Estados Unidos y por la que se ha declarado una emergencia nacional— se han registrado en Tijuana y Mexicali, Baja California; en San Luis Río Colorado y Nogales (Sonora), y Ciudad Juárez, Chihuahua.
“Las autoridades que han sido invocadas se asegurarán de que el Departamento de Defensa pueda mantener adecuadamente su apoyo del Departamento de Seguridad Nacional en materia de narcotráfico en la frontera suroeste”, señaló Biden en un mensaje para notificar a los legisladores el movimiento de tropas en los linderos con México.
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La decisión de Biden se coincide con el inicio de su campaña para la reelección rumbo a los comicios presidenciales de 2024. La popularidad del mandatario demócrata atraviesa por una mala racha, entre otras razones por el mal desempeño de la economía, la crisis migratoria y los letales efectos de la ola de fentanilo, cuyos principales distribuidores, según las agencias estadounidenses, son los cárteles mexicanos de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación.
La instrucción de Biden se encuentra sustentada en la Orden Ejecutiva 14059, emitida el pasado 15 de diciembre de 2021, la cual establece que “el tráfico internacional de drogas, incluida la producción ilícita, la venta global y la distribución generalizada de drogas ilegales; el auge de drogas extremadamente potentes como el fentanilo y otros opioides sintéticos; así como el papel creciente de la venta de drogas por Internet constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos”.
Según la nueva Orden Ejecutiva, “los secretarios del Ejército, Marina y Fuerza Aérea, bajo la dirección del Secretario de Defensa, y el Secretario de Seguridad Nacional con respecto a la Guardia Costera cuando no esté operando como un servicio en la Marina, están autorizados para ordenar el empleo de tales unidades y miembros individuales de Ready Reserve cuando el secretario en cuestión lo considere necesario”.
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