Covid: el repunte

24 de Abril de 2024

Hannia Novell

Covid: el repunte

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El coronavirus en México alcanzó un escenario fatídico, con más de 200 mil personas fallecidas y casi 2 millones y medio de contagios confirmados. La luz al final del túnel aún es imperceptible, pues se encamina hacia un repunte de contagios.

A la terquedad oficial que sistemáticamente se ha negado a aplicar pruebas, rastrear los contagios y aislar las fuentes de propagación, se suman el exceso de confianza de la sociedad por la llegada de las vacunas y las vacaciones de Semana Santa.

No se trata de ser agoreros del desastre, sólo observadores de una realidad amenazante. Apenas el 4.6% de la población ha sido vacunada con la primera dosis y sólo el 0.58% de las personas inoculadas han obtenido la segunda dotación.

Chile, con un nivel de desarrollo parecido a México, ya logró inmunizar a más del 46% de sus habitantes. Uruguay y República Dominicana vacunaron a más de 370 mil y 800 mil personas, respectivamente.

Aunque las diferencias en la densidad poblacional de esas tres naciones son muy diferentes a nuestro país, está claro que la inmunidad de grupo —que se alcanzaría con la inmunización del 70 por ciento de la población— aún es una meta lejana.

Hoy Sudamérica está al borde de la crisis y en el viejo continente, Alemania, España, Francia e Italia se han visto en la necesidad de regresar al confinamiento y dar marcha atrás a la reapertura. Hasta Estados Unidos, que ya ha vacunado a más de 100 millones de habitantes, tiene un sistema hospitalario al borde del colapso.

México estará, en tres o cuatro semanas más, sufriendo un nuevo calvario debido al relajamiento de las medidas sanitarias básicas: el uso del cubrebocas es cada vez menos frecuente y el distanciamiento social en espacios abiertos e interiores es inexistente.

La sociedad y el Gobierno siguen sin aprender de los errores cometidos y parecen haber olvidado el colapso hospitalario, la falta de suficientes especialistas de la salud y el desabasto de camas, respiradores, tanques de oxígeno y medicinas.

El problema es aún más grave por dos factores adicionales: la mutación del virus y la venta de vacunas piratas.

El coronavirus sigue mutando y sólo la vacuna de los laboratorios Pfizer ha probado efectividad para atacar las variantes inglesa, sudafricana y brasileña; el resto de las vacunas sólo inmunizan contra el Covid-19 original. Incluso, pruebas científicas revelan que las nuevas variantes del coronavirus son más contagiosas y letales.

China ocupa el primer lugar mundial en producir piratería industrializada, pero México también es un paraíso. Hace unas semanas fue detectado un cargamento pirata de vacunas Sputnik que serían trasladadas de Tamaulipas hacia Honduras. Luego trascendió que otras vacunas, también piratas y de origen ruso, habían sido utilizadas en Campeche con el aval de las autoridades sanitarias locales.

Expertos nacionales y del extranjero han cuestionado severamente la estrategia de contención sanitaria impulsada por el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell. Coinciden en señalar que, de forma criminal, las autoriadades evaden la gravedad de la crisis y brindan a la sociedad una calma aparente. Usan la propaganda para presumir que hay entidades fuera de peligro y con semáforo verde.

No es tiempo para bajar la guardia. Si el arranque de 2021 fue penoso y complicado, como resultado de la convivencia social durante las fiestas navideñas, es previsible que las vacaciones de Semana Santa representen un riesgo mayor.

FUEGO DIRECTO. En un desliz, exceso de confianza o de cinismo, el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Salud, informó que la cifra de fallecimientos por Covid-19 sería de 321 mil 059. Según un reporte sobre el exceso de muertes, la pandemia habría causado hasta 60 por ciento más de lo que establecen las cifras oficiales. ¿Quién es el responsable de ese genocidio?