El cabalístico 27

20 de Abril de 2024

Hannia Novell

El cabalístico 27

hannia novell

El 27 de noviembre parece ser una fecha significativa para Enrique Peña Nieto. Un día como ese, pero de 2011, se registró como precandidato del PRI a la Presidencia de la República; sería el único en hacerlo luego de la declinación de Manlio Fabio Beltrones. También un 27 de noviembre, pero de 2010, se casó con la actriz Angélica Rivera.

En 2012, en esa fecha, en su calidad de presidente electo, se reunió por primera vez con el mandatario estadounidense, Barack Obama, en Washington. Dos años después, el 27 de noviembre de 2014, lanzó los 10 puntos para hacer frente a la crisis que produjo en su gobierno la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Así que pensar en que esa fecha sería el “destape” del candidato presidencial del PRI, era un lugar común demasiado obvio. Pero no fue así y el actual inquilino de Los Pinos informó este lunes 27 de noviembre los cambios en su gabinete que, en los hechos, significó habilitar a José Antonio Meade como el abanderado a sucederlo.

Luego de que el mexiquense informó que aceptaba la renuncia de Meade Kuribreña a la Secretaría de Hacienda, el PRI regresó un siglo en el tiempo y reeditó el viejo ritual que incluía las matracas, el acarreo y la cargada ante la CTM, la CNC y la CNOP. La “liturgia”, le dicen ahora.

Hoy, la gran pregunta es: ¿qué tan competitivo será Meade ante Andrés Manuel López Obrador? ¿Podrá conquistar a las masas incrédulas por la decepción que arrojaron los resultados de las reformas estructurales? ¿Le endosarán la factura del gasolinazo de enero de este año?

Son preguntas que se responderán durante la campaña y conforme se acerque el 1 de julio de 2018. Lo que sí es bastante predecible es que el PRI apostará a la estrategia que le funcionó en los comicios del Estado de México: dividir a la oposición.

Eso no será difícil. La gran prueba de fuego del Frente Ciudadano por México será elegir un abanderado rumbo a Los Pinos. Los líderes del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano se distribuyeron las candidaturas sin tomar en cuenta a las bases. Así, Ricardo Anaya iría por la presidencial y Alejandra Barrales por la Ciudad de México. Pero no tomaron en cuenta que Miguel Ángel Mancera y Rafael Moreno Valle, entre otros, exigirían una elección abierta y no “imposiciones” y “simulaciones”.

De esta forma, la fragmentación del voto permitiría a Meade y al PRI ganar con su voto duro, aunque eso signifique que el margen de diferencia sea mínimo. Incluso, por su papel como extitular de Hacienda, el priista podría atraer el voto de panistas inconformes con su líder nacional.

Por último, algo inquietante en la candidatura de Pepe Toño es la sombra de Luis Videgaray. Es de todos sabido que el canciller ha sido uno de sus grandes impulsores. De hecho, la semana previa, durante una reunión con el cuerpo diplomático, lo presentó como uno de los mexicanos “más talentosos, más preparados, con una trayectoria impecable”.

Incluso, lo comparó con Plutarco Elías Calles, fundador del Partido Nacional Revolucionario (PNR), el “abuelo” del PRI. El “Jefe Máximo de la Revolución” fue el protagonista del Maximato y el verdadero poder detrás de las presidencias de Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez. Pareciera que en su comparación, en realidad, Videgaray Caso se veía frente a un espejo. ¿Un eventual triunfo de Meade significaría el inicio del Maximato de Videgaray?

Para cerrar el análisis sobre el cabalístico 27, un día así, pero de febrero de 1969, nació José Antonio Meade.