La amenaza continúa

23 de Abril de 2024

Hannia Novell

La amenaza continúa

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El peligro no se ha disipado, la amenaza continúa. Con el inicio de la campaña de vacunación contra la Covid-19 no podemos bajar la guardia. Somos más de 126 millones de mexicanos y el primer lote disponible es de 250 mil dosis.

La posibilidad de una vacuna ha provocado una falsa sensación de seguridad entre la población. El resultado es una tercera ola de contagios, en la que se conjugan las enfermedades respiratorias propias de la temporada invernal, las aglomeraciones de personas empeñadas en realizar compras navideñas y la celebración de los tradicionales festejos de fin de año.

Durante los últimos 10 meses, en México y en el mundo nos hemos visto obligados al confinamiento y a la transformación integral de nuestras dinámicas de trabajo y convivencia. Es natural que la gente se encuentre en un estado de agotamiento emocional, los abrazos virtuales son insuficientes para consolar el miedo a la muerte y a la enfermedad, el temor a la pobreza y el desempleo, y el pánico a la soledad.

Sin embargo, este cansancio y abatimiento no pueden ser pretexto para ignorar la amenaza de un repunte epidémico grave. No se trata de alarmar, pero ya es suficiente con la falta de estrategia y manejo desastroso de la pandemia.

A finales de marzo, cuando el gobierno decretó la Jornada Nacional de Sana Distancia, la Secretaría de Salud reportó 51 casos nuevos y la muerte de dos personas. El viernes 11 de diciembre, el reporte oficial fue de 12 mil 253 nuevos contagios en un solo día y 693 fallecimientos.

Los hospitales están rebasados, no hay suficientes camas ni respiradores para atender al millón y medio de personas contagiadas. Incluso, algunos centros de atención médica como el Hospital General son un foco importante de contagios. Definitivamente, México no es un ejemplo para seguir en el mundo: es el país con el mayor número de profesionales de la salud muertos y al menos la mitad de los enfermos fallecen en sus casas.

Además, ocupa el decimosexto lugar mundial con más de 870 muertes por millón de habitantes y tiene un subregistro de contagios y muertes, debido a la falta de pruebas virales y de anticuerpos para detectar el Covid. Hasta el 15 de diciembre México había aplicado apenas 24 mil 234 pruebas por cada millón de habitantes.

Estamos a días de que inicie la primera etapa de la vacunación y hasta febrero del próximo año iniciará la segunda, pero los escenarios más optimistas señalan que la inmunización se completará hasta finales de 2022.

Todo eso ocurrirá sólo si el gobierno no incurre en los errores que son la marca de la casa: ineptitud para mantener la temperatura ideal de las vacunas, el robo sospechoso de lotes y la incapacidad para diseñar y ejecutar la logística de distribución necesaria de las dosis.

Se ha documentado que las reuniones familiares, la concentración de personas en espacios públicos cerrados y el transporte público son las principales fuentes de contaminación, así es que mientras en Palacio Nacional se deciden a revisar y ajustar la fallida estrategia sanitaria para cerrarle el paso al coronavirus, es preciso asumir que la protección de nuestras vidas sólo está en nuestras manos.

Durante el festejo de las tradicionales posadas, la celebración de las fiestas de Nochebuena y de fin de año, así como la partida de la Rosca de Reyes no podrán ser a puertas abiertas, ni congregar a personas ajenas al seno familiar.

Las vacunas nos permiten ver un destello de luz al final del túnel… pero la salida aún no está cerca.