Un jurado de la Corte de Distrito estadounidense en Los Ángeles encontró a los músicos Robin Thicke y Pharrell Williams culpables de violación de derechos de autor por plagiar al cantante de soul Marvin Gaye en su éxito “Blurred Lines”, al encontrar que segmentos de la canción “Got to Give it Up” de 1977 se usaron para el tema del duo.
Por lo tanto, Thicke y Williams están obligados a pagar 7.4 millones de dólares a los herederos de Gaye, lo que incluye 3.4 millones de dólares que ambos habrían obtenido como ganancias por el éxito de 2013.
En la demanda interpuesta por los herederos de Gaye también estaban el rapero T.I. y varias discográficas, pero fueron absueltos.