El caso Ayotzinapa sigue siendo un grave problema al interior del Poder Ejecutivo, y hasta ahora, dicen los que saben, no logran trabajar coordinados el subsecretario Alejandro Encinas y la Fiscalía General de la República, que encabeza Alejandro Gertz Manero.
Los que conocen de cerca el tema aseguran que hay una sutil confrontación en la que unos, en Gobernación, reclaman avances lentos y tienen que soportar las presiones de los abogados de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, a quienes la Fiscalía no informa nada, y el fiscal argumenta que se quieren evitar filtraciones y cuidar la investigación.
Ahora don Alejandro tendrá que explicar si con todos esos cuidados, por qué se le cayó la acusación contra José Ángel Casarruvias, conocido como El Mochomo.