La comunidad de Cazones de Herrera, un municipio costero en el norte de Veracruz, fue el escenario de un perturbador suceso esta semana. Al lado de las letras turísticas y cerca de la presidencia municipal, se encontraron restos humanos desmembrados. Aunque el número de víctimas no se ha confirmado, estos restos estaban acompañados por mensajes dirigidos a grupos rivales.
Según testigos del área, individuos en camionetas llegaron al lugar, uno de los más frecuentados del centro de la ciudad, y dejaron caer los cuerpos. Este hecho ha causado una profunda preocupación en la comunidad, especialmente porque ocurrió en un sitio popular entre residentes y visitantes para tomar fotografías, además de su proximidad a un edificio gubernamental importante.
Este incidente es parte de una serie de sucesos violentos que han afectado a Veracruz desde comienzos de año, lo que refleja la intensificación de las actividades del crimen organizado y conflictos políticos en el estado. Ejemplos anteriores incluyen el descubrimiento de cuerpos en Tuxpan a finales de enero y varios asesinatos en diferentes municipios en los meses siguientes.
La violencia en Veracruz ha sido notable, con la organización Causa en Común reportando 260 eventos violentos considerados “atroces” el año pasado, afectando a 2355 personas. Este conteo ubica a la entidad entre los estados con mayores índices de violencia en el país.
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