Las autoridades sanitarias en el país prevén que el punto máximo en la transmisión de contagios de Covid-19 en cinco zonas del país ocurra en las primeras dos semanas de mayo, por lo que solicitaron mantener las medidas de la Jornada Nacional de Sana Distancia.
El subsecretario de Prevención y Salud, Hugo López-Gattel, dijo que la distribución de los contagios no es uniforme que en la Ciudad de México, Cancún, Tijuana, Mexicali y Culiacán presentan una elevada transmisión por el número de habitantes, la movilidad en la zona y la densidad de población.
Durante la presentación del reporte epidemiológico diario en el que México confirmó el mayor número de nuevos casos en un solo día (1515) para alcanzar 20 mil 739 casos confirmados y 1 mil 972 defunciones, López Gattel informó que las autoridades estatales tomaron previsiones para garantizar los servicios médicos.
De acuerdo con el reporte, en Quintana Roo, la disponibilidad existente cubre la demanda máxima y el INSABI envió a 467 médicos y enfermeras, además que de que inició un proceso de transferencia de pacientes a hospitales privados para ampliar espacios en camas de hospitales públicos.
El punto máximo de transmisión en Cancún, Benito Juárez, Quintana Roo se esperaba para el 30 de abril y aunque “ya se ve luz al final del túnel”, no se pueden relajar las medidas de la jornada de sana distancia” como la suspensión de actividades no esenciales, las clases y la interrupción de actividades en espacio público, para evitar un rebrote.
En Baja California, Mexicali y Tijuana el declive en el número de casos se espera entre el 6 y 8 de mayo. El gobierno estatal adquirió 70 ventiladores que puso a disposición del IMSS e ISSSTE para cubrir el pico máximo de la demanda y el Insabi envió a 284 profesionales.
En Culiacán ya incluso se superó hace 3 días la fecha crítica y es posible que comience a notarse la estabilización y la posterior reducción en los casos.
El gobierno de sinaloa activará un hospital en 10 días para el que requerirán 50 ventiladores cuya compra ya fue autorizada por el Insabi, que además envió 641 médicos y enfermeras para atender la emergencia.
En el caso de la Ciudad de México, se espera que el punto máximo llegue en tres semanas y, dado que el nivel de saturación de los hospitales públicos ya está por encima de 60%, el IMSS atenderá a la población no derechohabiente que no pueda ser recibida en instituciones públicas.
El mecanismo de colaboración contempla la participación de Locatel (6581111) y del número de emergencias 911 para que el paciente que lo requiera marque, reciba orientación médica telefónica (triage) y en caso de ser necesario se le enviará una ambulancia del IMSS para que lo traslade al hospital más cercano y del que previamente verificó que tuviera disponibilidad para recibir pacientes.