El Papa Francisco calificó como “un escándalo” que existan “listas de precios” en las parroquias, donde se apliquen tarifas establecidas por los sacramentos y los templos se conviertan en “casas de negocio”.
“La redención de Dios es gratuita”, advirtió el pontífice en el sermón de su misa matutina, celebrada en la capilla de su residencia vaticana de Santa Marta, en el cual reflexionó sobre un pasaje bíblico que refiere la corrupción en el templo que escandalizaba al pueblo.
“Yo pienso en el escándalo que podemos causar a la gente con nuestra actitud, con nuestros hábitos no sacerdotales en el templo: el escándalo del comercio, el escándalo de la mundanidad”, señaló.
Y agregó: “Cuántas veces vemos que entrando en una iglesia, aún hoy, está la lista de los precios para el bautismo, la bendición, las intenciones para la misa. Y el pueblo se escandaliza”.
Entonces contó una anécdota de cuando era sacerdote recién ordenado y participaba en un grupo de universitarios al cual acudía una pareja de novios que quería casarse. Ellos habían ido a una parroquia porque buscaban hacer la boda con la misa.
Pero el secretario parroquial les dijo que no se podía. Entonces ellos preguntaron por qué, si el Concilio Vaticano II recomendaba justamente celebrar el matrimonio incluido en una celebración eucarística.
El Papa continuó su relato: “‘No, no se puede, porque más de 20 minutos no se puede’. ‘Pero, ¿por qué?’. ‘Porque hay otros turnos.’ ‘Pero, nosotros queremos la misa!’. ‘Entonces ó paguen dos turnos!’. Y para casarse con la misa tuvieron que pagar dos turnos. Esto es pecado de escándalo”.
Según Francisco, cuando quienes acuden al templo se ocupan de administrarlo –sean fieles, sacerdotes o secretarios- se vuelven especuladores y el pueblo se escandaliza.
Advirtió que todos son responsables de esto, incluso los simples feligreses, porque si ellos ven que en su parroquia se caen en estos errores, deben tener la valentía de decírselo al párroco en la cara.
“Es curioso: el pueblo de Dios sabe perdonar a sus sacerdotes, cuando tienen una debilidad, resbalan sobre un pecado… sabe perdonar”, constató.
“Pero hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente. ó No es capaz de perdonar! Y el escándalo, cuando el templo, la casa de Dios, se vuelve una casa de negocios, como aquel matrimonio: se alquilaba la iglesia”, apuntó.
Bergoglio recordó que no se puede servir a dos patrones: “o das culto a Dios vivo, o das culto al dinero”.
vía Notimex