Covid-19, décima catástrofe más costosa en la industria de seguros

19 de Abril de 2024

Covid-19, décima catástrofe más costosa en la industria de seguros

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En menos de un año, la Covid-19 se ha convertido en la décima causa de catástrofe en la industria de seguros

En menos de un año, la Covid-19 se ha convertido en la décima causa de catástrofe en la industria de seguros, después de huracanes, sismos y heladas por la que las compañías aseguradoras han debido pagar 354 millones de dólares.

El monto pagado a causa del nuevo virus supera los daños ocasionados por los huracanes Manuel e Ingrid y equivale a la cuarta parte de lo pagado por los sismos de 2017. Hasta la fecha, el fenómeno más catastrófico es el huracán Wilma, en 2005, cuando las aseguradoras debieron pagar 2 mil 309 millones de dólares, de acuerdo con un informe de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

Según la asociación, los gastos de atención para un paciente de Covid-19 son hasta 10 veces más caros que el monto requerido para tratar casos de neumonía y el costo del tratamiento puede alcanzar hasta 445 mil 313 pesos.

El reporte fue actualizado el 14 de septiembre, cuando México tenía 671 mil 716 casos positivos y 71 mil 049 defunciones. Según la asociación, la población contaba con seguro de gastos médicos mayores que ofrece atención hospitalaria en promedio por 396 mil 647 pesos.

La prima por seguro de vida se ha realizado en 17 mil 084 casos por 3 millones 580 mil 300 pesos y el mayor monto cubierto hasta ahora es de 68 millones 520 mil 512 pesos.

La AMIS ofreció una “cobertura solidaria” al personal médico que falleciera en el combate a la pandemia y, hasta el 11 de septiembre, benefició a 604 familias en todo el país.

Según el informe, uno de cada dos casos pagados a los deudos corresponden a la Ciudad de México (153), estado de México (94) y Veracruz (50).

En 182 casos las personas fallecidas eran médicos, y 94 enfermeros. El 54% de las indemnizaciones fue para familiares de personal en puestos auxiliares, administrativos, camilleros, paramédicos, psicólogos, radiólogos y trabajadores sociales.

Los beneficiarios son, principalmente, los cónyuges, hijos y padres.