Ahora sí que se juntaron ‘la pena y el dolor’ en Cuajimalpa. El nivel de las candidaturas está a la vista ahí y nadie puede negar que los contendientes, siempre contrincantes, son ‘joyas preciadas de la corona democrática mexicana’. Así que quienes --desde sus partidos y las instituciones electorales que aprobaron las candidaturas-- se hacen los sorprendidos, están haciéndole al cuento, y más allá.
El jueves pasado en la madrugada hubo una gresca estruendosa, digamos electoral, en Cuajimalpa. Fue en el pueblo de San Mateo Tlaltenango. Hubo 25 personas lesionadas en una batalla campal entre las huestes del Partido de la Revolución Democrática (PRD- 19 heridos) contra las del Partido Revolucionario Institucional y Partido Verde Ecologista de México (PRI-PVEM- 6 lesionados).
Por quítame estas pajas, que es decir, por quitar y poner propaganda de cada uno de los candidatos en esa demarcación se hicieron de palabras y luego de golpes. El tema es que se confrontaron dos viejos rivales; dos personalidades de políticos no tan bien averiguados como se suponen ante el elector.
Aquí dos perfiles de Diana Villavicencio (El Universal 8-V-15): En esta esquina está Adrián Rubalcava Suárez, cuyo perfil es el de un ex perredista convertido en priista verde. Dejó al PRD porque “este partido no ofrecía condiciones de seguridad en procesos internos”, o sea, no le dieron cuerda política ahí. Es licenciado en derecho por la Universidad Anáhuac y se le menciona como defensor de grupos de choque como Los Claudios. Abogado, formó parte de un despacho que llevó el caso de Raúl Salinas de Gortari…
“Rubalcava fue asesor jurídico de la Dirección General de Jurídico y Gobierno en la delegación Álvaro Obregón y coordinador de Verificaciones y Clausuras ahí mismo. Ya en Cuajimalpa, de 2006-2008, se desempeñó como director general de Jurídico y Gobierno; fungió también como director general de Fomento Económico en el Gobierno del Distrito Federal, de 1009 a 2012.
“El PRD lo ha inculpado en repetidas ocasiones de enviar a provocadores a agredir físicamente a perredistas allegados a Luis Ángel Espinosa Cházaro. También se le acusa de dar trabajo en la delegación a este grupo con historial de abusos y amenazas, como el director de Recolección y Limpia, Raúl Rodríguez, o incluso el subdirector de Residuos Sólidos, José Luis Pandal.
“El priísta de 38 años de edad, recientemente fue acusado de ofrecer dinero, puestos en la delegación y dos autos a cambio de votos, enfrenta la oposición al interior del PRI capitalino, pues uno de los grupos de este instituto político no desea verlo próximamente en la Asamblea Legislativa como coordinador parlamentario (…) le acusan de pedir cuotas a negocios para impedir clausuras, cobro a comerciantes ambulantes e incluso extorsiones a empresarios de bares y discotecas” – hasta aquí el perfil político del priista-verde, Adrián Rubalcava.
En la otra esquina (y siguiendo con Diana Villavicencio): “Escándalos, presuntos despilfarros y actos violentos enmarcan la reciente trayectoria política de Luis Ángel Espinosa Cházaro.
“Desde hace tres años, el perredista mantiene una férrea disputa con Adrián Rubalcava, que –este jueves en Cuajimalpa- fue reavivada.
“Nació en Guadalajara, Jalisco, es empresario y abogado por el Centro Universitario de Estudios Contemporáneos de Querétaro, con un posgrado en Administración de Economía por el Tecnológico de Monterrey.
“Le gusta vivir bien, se le ha caracterizado por usar relojes de miles de dólares y tener un restaurante en la zona de Polanco. Ha trabajado de la mano con Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubon. Fungió como jefe de asesores de Jesús Zambrano Grijalva.
“En la delegación que busca liderar, el candidato perredista a delegado es considerado un oportunista por lucrar con la explosión ocurrida e inicios de este año en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, haciéndose propaganda de manera anticipada bajo la bandera de la solidaridad”.
Así que entre ambos ilustres candidatos ‘ya estaba digerida la jalea’. ‘Ya se traían en salsa’, era cosa de nada para hacer estallar las diferencias de personalidad, no tanto ideológicas o doctrinarias o en defensa de un ideal social y de gobierno: no: el pleito era entre ellos y el resultado terminó en el descalabro de Rubalcava y 25 heridos distribuidos en hospitales del Distrito Federal…
Todo en una muestra de absurda fuerza política otorgada por cada uno de sus partidos políticos a ellos. Los mismos partidos políticos a los que ambos han servido y de los que se han servido en posiciones de gobierno y legislativas. Es la muestra de candidaturas dañadas, enfermas y aportadas por quienes mandan a gobernar a quien no merece ni puede ni debe asumir responsabilidades públicas.
Gobernar es responsabilizarse del desarrollo, crecimiento, fortalecimiento colectivo y en busca de equilibrios, de justicia, igualdad y bienestar para todos. Ellos, cada uno de los candidatos y sus partidos, lo entienden a la inversa… El general revolucionario Cándido Aguilar gritaba a los cuatro vientos “nunca una traición”… ¿Se podría gritar esto mismo, ahora, entre candidatos y partidos?
Hoy no encontramos las excepciones. O nos cuesta mucho trabajo encontrarlas. Entre la multitud no hay uno candidato, uno solo, de ningún partido político o independiente, que dé señales de ser diferente, de ser el gran gestor del cambio nacional urgente, gran líder, el hombre o mujer que diseñará la ruta que nos rescate del desastre nacional en el que estamos viviendo…
Nada por aquí… nada por allá… No todavía.