Bernardino García Martínez, bisnieto de María Sabina García, pidió el apoyo de las autoridades para poder exhumar los restos de la curandera y trasladarlos al que fue su domicilio.
Durante el homenaje luctuoso realizado por autoridades municipales, Bernardino consideró que su bisabuela merece un nicho digno en la que fue su casa.
“Que se brinde la atención que se merece el nombre de mi bisabuelita, un verdadero museo digno de ella; la pavimentación del camino que conduce hacia su casa y que ha estado en el abandono”, comentó el familiar.
El homenaje fue llevado a cabo en Huautla, Oaxaca, en la casa prefabricada que habitó Sabina y que fue obsequio del expresidente José López Portillo.
Sabina fue considerada una de las curanderas más reconocidas, esto por utilizar hongos alucinógenos durante sus rituales.
María Sabina vivió en condiciones de pobreza extrema por su profesión, ya que le pedía regalos a sus clientes a cambio de su trabajo.
La curandera murió en 1985, a los 91 años de edad, en un hospital de la ciudad de Oaxaca. JMR
(Con información de La Jornada)