Con tan sólo 12 años de edad, Brandon Giovanny fue una de las 25 víctimas de la tragedia sucedida en la Línea 12 del metro de la Ciudad de México.
La familia de Brandon Giovanny vive en la colonia Zapotitlán, una zona de asentamientos irregulares a la cual sólo puede accederse a través de algún transporte tomado desde la Línea 12 del metro de la CDMX. Prácticamente se encuentran casi aislados de las vías de comunicación principales de Tláhuac. El asentamiento donde habitan tiene calles de tierra y grava.
El menor de 12 años, pasaba unos cuantos días en casa de su papá. Sin embargo, el lunes por la noche solicitó volver a casa de su madre por lo que Brandon y su padre tomaron la línea dorada. Minutos después, ocurrió la tragedia.
Entre llantos y negación ante la muerte del pequeño, fue velado en una construcción en obra negra que le prestaron a sus familiares y se despidieron de él amigos y otros seres queridos en una pequeña ceremonia.
La abuela del pequeño Brandon de 12 años reclama ante la injusticia y dice desconsoladamente que “le robaron su vida a mi nieto”.
El sacerdote que estuvo en el acto dijo unas palabras de aliento ante la pérdida inconsolable de la familia.
“Los difuntos no van a ningún lado, viven con nosotros. Giovanny está aquí. Giovanni va a comenzar una misión con su creador, ahora necesita oraciones para seguir adelante […] hermanos vamos a mirar a dios con los ojos de fe, no para entender lo que sucede ahora, no. Se trata que el señor nos ayude para que podamos afrontar esta situación”.
Mientras tanto, el padre de Brando Giovanny, que también viajaba en uno de los vagones del incidente; se encuentra hospitalizado todavía aunque estable, pero grave aún.
JP
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