Hace unos días fue liberado el empresario Julián de Nicolás, hermano de Eustaquio de Nicolás, en cuya casa vivió durante casi toda la carrera de Derecho el hoy presidente Enrique Peña Nieto. Los detalles de su secuestro y liberación se mantienen con gran hermetismo, pero en Sinaloa, de donde son los propietarios de la constructora Homex, se tiene la sospecha en los círculos empresariales que no fue una banda ni la guerrilla la que ordenó su captura, sino como resultado de ajustes de cuentas por el no pago de una deuda de 50 millones de pesos, derivados de la quiebra y del concurso comercial en el que se embarcaron.