La inseguridad sobre la sobrevivencia del acuerdo comercial entre México, Canadá y EU ha despertado una guerra arancelaria
Luis león lleon@ejecentral.com.mx
Tres sucesos en esta semana marcaron el camino que seguirá el comercio entre la tercia de países integrantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN): el aumento unilateral de 20% en el arancel a la madera blanca canadiense que importa Estados Unidos, como reacción del gobierno de Trump a las restricciones en las exportaciones de lácteos estadunidenses hacia Canadá, calificadas como injustas.
El segundo hecho es el anuncio del gobierno mexicano de que se encuentra evaluando la opción de imponer tarifas arancelarias a las exportaciones del atún en respuesta a Estados Unidos, después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) falló el martes a su favor en una añeja disputa sobre el etiquetado de este producto.
Las tensiones en el comercio regional se elevaron cuando se generó el miércoles pasado el tercer suceso que podría desencadenar una guerra arancelaria entre los países que integran el TLCAN, cuando fuentes del gobierno de Estados Unidos anunciaron que la administración de Donald Trump está considerando una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del tratado comercial en los próximos días.
Según las mismas fuentes, el proyecto de orden ejecutiva está en las etapas finales de revisión y podría ser firmado por Trump este viernes 28 de abril, la orden declarará la intención de los Estados Unidos de salir del acuerdo unilateralmente, una táctica que podría desencadenar una renegociación del pacto comercial.
El presidente estadunidense sostuvo en días recientes que la renegociación o eventual salida del tratado es una promesa de campaña y que no faltaría a su promesa ante el electorado, pues durante su campaña rumbo a la Casa Blanca argumentó que el TLCAN le resta oportunidades laborales a sus connacionales y, claramente ha acusado sistemáticamente a los mexicanos por las cifras de desempleo en aquel país, Trump tiene que mostrar resultados a toda costa una vez que el sábado 29 de abril se cumplan los primeros cien días al frente del gobierno estadunidense.
›También la cordialidad que la administración de Trump mantenía con su vecino del norte se terminó este lunes 24, al aplicar un impuesto de 20% a las importaciones de madera blanda de Canadá, lo que representa un paso más para la ruptura del tratado comercial tripartita.
Mientras que los funcionarios mexicanos encargados de llevar a cabo las negociaciones comerciales ante la postura del presidente estadunidense no se han dado por enterados de la intención de Trump de acabar con el TLC de un plumazo, y es que este miércoles 26 de abril, el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, dijo que esperaba que la renegociación del acuerdo comercial comenzarían a finales del próximo mes de agosto y que se extenderían hasta por seis meses, México llegaría casi un año tarde a las mesas de negociación según estas declaraciones de uno de los misioneros del presidente Enrique Peña Nieto que constantemente ha viajado a Estados Unidos con ese motivo junto con el canciller Luis Videgaray, cabeza en las negociaciones comerciales.
De darse la firma de la orden ejecutiva que terminaría con el acuerdo comercial que ha funcionado entre los tres países por más de dos décadas podría considerarse un fracaso de la diplomacia mexicana y la supuesta cercanía del canciller mexicano con la familia Trump.