Nunca me hubiera imaginado que para comer un auténtico Dim Sum, lo único que necesitaría es poner mi Waze para no dar demasiadas vueltas y dirigirme a la Colonia Viaducto Piedad para comer en Jing Teng. El lugar tal vez no es el más glamuroso, pero sin duda, su sabor iguala al de cualquier lugar que sirve este tipo de comida.
En la cultura china, la gente normalmente va a desayunar o almorzar a este tipo de lugares. Dim sum es un término cantonés que puede traducirse como “ordenar hasta satisfacer al corazón” o “bocado”. Los establecimientos normalmente son muy casuales y cuentan con mesas grandes para que tanto familias, como amigos puedan reunirse y compartir sus alimentos. Además, el té es el complemento natural y maridaje ideal para este tipo de comida.
En Jin Teng no es diferente. El lugar abre de 10.00 a 13:00 horas. Cuenta con mesas redondas, así como otras mesas más pequeñas alargadas en un ambiente que nos recuerda a una fonda familiar, sin grandes pretensiones. En la entrada podemos ver algunas vitrinas con alimentos, incluyendo unos patos al estilo Pekín colgados, así como largos trozos de tocino que preparan en el lugar. En las mesas contiguas uno escucha a familias enteras hablando en chino, mientras comparten todo tipo de platillos lo cual siempre es buena señal. Al entrar, el Señor Yan Huai Wu llega rápidamente para indicarte en donde te puedes sentar y ofrecerte té de jazmín y un menú.
Normalmente uno solo tendría que esperar en su asiento, mientras pasan carritos con todo tipo de delicias. Sin embargo, el dueño me muestra una mesa larga con una amplia selección de Dim Sum que se encuentran porcionados en vaporeras de bambú que puedes ir tomando según te apetezca, hasta efectivamente satisfaces al corazón. Solo de ir abriendo las vaporeras uno no puede evitar empezar a salivar, todo se ve delicioso, perfectamente elaborado y los aromas te antojan todo.
Para los amantes de Dim Sum, hay un sin fin de opciones: desde los dumplings de camarón, los de cerdo y camarón, costillitas de cerdo sazonadas con ajo y un poco de chile, el “tamal” de arroz glutinoso con pollo, cerdo, camarón seco y hongos envuelto en una hoja de loto, los rollos de cuajada de soya rellenos de cerdo, bambú y camarón, los bollos de pasta de loto, así como los de cerdo bbq y pollo. También tras la recomendación del Sr. Wu probé la tripa de res marinada y cocinada con pimienta que también estaba fenomenal. Para terminar, rematé el almuerzo con unas Bolas de Ajonjolí, rellenas de pasta de semilla de loto que en lo personal es de mis Dim Sum favorito y no decepcionó. La comida y la variedad de sabores te transportaban a Hong Kong, de donde son originarios los dueños. El pato también está fenomenal, así como el tocino.
Así, encontré un lugar al que seguramente volveré cuando tenga ganas de almorzar este tipo de comida. Cada uno de los platillos estaban sazonados de manera distinta, con combinaciones de sabores tradicionales, pero que también indican un amplio conocimiento sobre cómo combinar los distintos ingredientes. Salí satisfecha y feliz de Jing Teng a sabiendas de que ahora, al surgir el antojo de Dim Sum, solo tendré que subirme al coche y manejar hasta este lugar para disfrutar de las delicias que ahí preparan.
Espero que tengas un día fabuloso y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!
*** Jing Teng Sur 65-A 3256 Entre Santa Anita y Coruña Col. Viaducto Piedad Tel. 5440-2732