Disnea y midriasis...

24 de Abril de 2024

Ricardo Eguia

Disnea y midriasis...

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Midriasis, disnea, jaqueca y náuseas provoca a los mexicanos de provincia el recalcitrante centralismo envuelto en falso y regordete federalismo acibarante...

Pero más eméticas resultan la soberbia y la arrogancia chocarrera de los amanuenses de ese centralismo desmesurado que con diplopía, erisipela y pulsiones de endocarditis se solazan y retozan como bufones a sueldo para humillar y mofarse de Estados y Municipios...

Antes de proseguir y emulando al insigne Catón debo aclarar que los términos clínicos que encabezan este modesto análisis los aprendí en familia donde los médicos son preponderantes.

Vuelvo al tema después de esa muy breve digresión...

Es totalmente equívoca la expresión de que “las arcas públicas de Estados y Municipios crecen a costa de la federación” y es infamante e insolente la engreída aseveración chilanga de que “Estados y Municipios solo estiran la mano para recibir de la federación”.

Argumentalmente procede preguntar de inicio a los que así opinan si no se ruborizan ni un poco por vivir en esa megalópolis subsidiada por la provincia desdeñada...

Si ellos capitalinos macrocefálicos de cepa ¿no han tenido o tienen algún ascendiente, descendiente, parientes que ejercen alguna profesión, tienen negocios o empresas domiciliadas en Estados y Municipios y desde esas dos entelequias despatarradas pagan impuestos al gobierno central, mismos que sumados a los que con un régimen fiscal de expolio y a la mala le extraen a “Pemex” han nutrido perennemente la orgía del gasto público federal?

Olvidan pueril, insalubre y tendenciosamente que la “federación” se lleva de Estados y Municipios el 100% de toda la recaudación fiscal y solo transfiere a éstos las migajas del 20% de ese gran total...pero lo hace de tal manera lenta, tosca, desigual y condicionada que provoca tremendos embrollos, desolación y ruinas tan extenuantes que Estados y Municipios desollados se ven obligados a endeudarse...y si de contraer deuda se trata en el comparativo de la federación contra Estados y Municipios como decía el místico “si me contemplo soy pecador, pero si me comparo soy un santo”.

Esto es, la provincia mexicana siempre ha pagado costos indecibles por el manejo centralista y fagocitador de la tributación fiscal; padecen Estados y Municipios al ser marginados e ignorados en la elaboración de los Presupuestos, también porque ya etiquetados los recursos se retrasan o no llegan de tal suerte que Estados y Municipios quedan “colgados” de la percha hacendaria centralista a donde ignominiosamente acuden como romeros y con rodilleras a la “Basílica”, igual Gobernadores y Presidentes Municipales a implorar les destraben el gasto programado.

Y no es que me interese un ápice defender o compadecerme de gobernadores y presidentes municipales en ese indignante y repetido peregrinar a la capital de las antesalas, pues para eso quisieron ser electos; lo grave, lo indecente, lo devastador que crispa a la población y la hace antagonizar hasta el hartazgo con la clase política y los partidos es el hecho de que aun habiendo pagado los impuestos y como insultantes respuestas de los tres niveles de gobierno solo encuentra más corrupción en el manejo de los recursos públicos desviados, despilfarrados o sub-ejercidos y como consecuencia de ese infernal desgarriate de manera brutalmente desalmada se deterioran, se arruinan, se desmantelan y devastan los servicios educativos, de salud, de seguridad y de prevención de los delitos que la asolan sediciosamente.

¿Quieren que Estados y Municipios cobren los impuestos? ¡cambien el rumbo! ¡Instrumenten acciones correctivas concretas, válgaseme la tautología, fáciles de instrumentar en la práctica y de evaluar!

Claro que Estados y Municipios podrían cobrar esos impuestos que se lleva la “federación”, solo bastaría modificar las leyes y proponer que de la bolsa recaudatoria se instaure una nueva regla inversa con Recaudación estatal participable para la federación, así como un “Fondo de estabilización de ingresos controlados por Estados y Municipios con bolsa de rescate selectivo para la federación y que Estados y Municipios fijen topes y candados para que la “federación” sea vigilada y condicionada para no seguir contratando más deuda pública externa, ni interna, ni más déficit...

Así de fácil y así de sencillo...pues con ese cambio de esencia ya tampoco se dejaría a la “federación” definir e imponer las mismas políticas económicas que por treinta años han sido quemante pesadilla para los mexicanos y los Estados y Municipios manejarían entonces la política monetaria de este país velando como dice la ley “por la estabilidad de las finanzas públicas en Estados, Municipios” y la “federación” en este caso hipotético impidiendo que esa se gaste el 80% del 100% recaudado a nivel nacional.

Dicho todo lo anterior y al fragor de los recortes presupuestales anunciados si los estados y municipios recaudaran los impuestos que se lleva la “federación” se podría asegurar la continuación sensata de los programas sociales viables, las inversiones en infraestructura productiva, en hospitales, escuelas, más universidades y carreteras...sin esa imposición centralista humillante y deshumanizada de más austeridad, una redundancia si se hace un estudio retrospectivo en general ya que por desgracia ese gigantismo centralista desordenado no solo ha afectado sectores prioritarios como el agropecuario, sino que ha cancelado el futuro de millones de jóvenes al privilegiar el “gasto corriente inútil” por sobre el bienestar de los mexicanos y del interés nacional.

Ahora bien, como por ley la secuencia exacta de los recortes presupuestales anunciados y sus detalles al Congreso serán en 15 días a partir del viernes pasado me voy de este espacio sin opinar sobre sus repercusiones hasta después y salgo en “convoy” ahora que la ciudad y por el alargado puente se queda casi vacía...que les sea leve el periplo y reparador el desplazamiento anhelado.