A pocas horas de que empiece el mes del orgullo LGBT+, la comunidad en México no tiene muchos motivos para celebrar. Sumado a la estigmatización y rechazo, la ola de violencia e impunidad han convertido al territorio en un lugar peligroso.
Según datos del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBT de la Fundación Arcoíris, el año pasado se registraron 73 asesinatos y cinco desapariciones contra miembros de la comunidad, siendo Veracruz el estado con más homicidios con 14 crímenes. En lo que va de este año, la organización ha contabilizado cuatro asesinatos (en Jalisco, Puebla, Veracruz y Oaxaca) y dos desapariciones (Puebla y
Aguascalientes).
Más allá de la diversidad sexual, de 2018 a 2021, el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación tiene registro de 184 expedientes de quejas calificados como presuntos actos de discriminación contra miembros de la comunidad LGBT.
De ellos, 60% correspondió a su orientación sexual, y 22% pertenecen a querellas por identidad de género. De igual forma, el lugar con mayores quejas por discriminacion fueron los espacios laborales, seguidos de los servicios al público y los lugares de cultura, recreación y esparcimiento.
El peligro de discriminación y violencia crece aún más cuando se trata de miembros de la comunidad que también son migrantes en busca de una mejor vida. Human Rights Watch detalló que los solicitantes de asilo LGBT en nuestro país enfrentan abusos por parte de delincuentes, agentes de inmigración mexicanos, policía, soldados de la Guardia Nacional. Dichos abusos van desde la extorsión hasta arresto ilegal y arbitrario, tortura, ejecución extrajudicial, agresión sexual y desaparición forzada.
La negación de atención médica es otra de las formas de discriminación registrada, que en el caso de las personas con VIH, puede poner en riesgo sus vidas.