Reporta el agente infiltrado Pedro Fonseca y Lima, nuevo huérfano de madre y de padre, siempre omitido por voluntad de largarse antes de que naciera, quien amaneció con hambre y sed de tradición y por ello fue hasta el mercado de Coyoacán, donde se desayunó unos sopes que solía comer con ella: dos rojos y uno verde.
Reporta el agente Fonseca y Lima que después se le antojó una Modelo (cerveza) y que eso le llevó a pensar en la elegante dama asaltada del centro comercial (que también se le antojó) y sus andanzas.
Por ello salió a tientas de la cantina y se introdujo en el primer café internet que encontró. En varios motores de búsqueda indagó sobre la empresa en la que aquella trabajaba. Los hallazgos, impresionantes:
La empresa era extraordinaria. Fue fundada hace apenas unos años y cobraba cientos de miles de millones de dólares para asesorar en “inteligencia”, tanto a empresas multinacionales como a gobiernos. Su servicio era mixto. Algunas cosas entraban en “alertas” públicas que difundían en Twitter y redes sociales, y otras, muchas más, se enviaban solamente —en vivo y antes que cualquier noticiario— para una cartera de clientes selectos, especialmente en los temas de contraterrorismo y seguridad corporativa, reporta el agente Fonseca y Lima.
Ella, reporta, dejó de ser solamente un cuerpo hermoso y cálido para convertirse en alguien un poco menos etéreo: resulta que fue la creadora de un software que se puede instalar en teléfonos móviles de iOS y Android para cifrar, codificar conversaciones y revisar si estaban siendo espiados.
Descubrió software que algunos hackers y gobiernos utilizan para curiosear en los teléfonos y computadoras de quien sea lo suficientemente interesante para quien es lo suficientemente solvente.
Según reporta el agente Fonseca y Lima, nació en Budapest. Es hija de judíos que sobrevivieron a los campos de concentración nazis que, para escapar del régimen de Stalin y su izquierda totalitaria, decidieron emigrar sin un centavo hacia Nueva York, donde ella llevó una vida normal hasta que se graduó en programación de una de las universidades más prestigiosas. Su tesis versaba sobre videojuegos de diversos escenarios de guerra.
Después de eso no encontró nada más, reporta el agente Fonseca y Lima. Pareciera que hubiese desaparecido de la faz de la tierra por más de una década hasta que, reporta el sitio de Instituto Nacional de Migración, llegó a México como representante de la extraña firma de inteligencia antes mencionada.
Reporta el agente Fonseca y Lima que cuando no pudo encontrar más hilos de los cuales jalar la hebra se desesperó y a punto estuvo de romper a puñetazos el monitor del ordenador arrendado, pero se controló y después de echarse agua fría en la cara decidió ir a confrontarla a su departamento.
Cuando llegó al lugar tocó primero el timbre y luego la puerta, envalentonado.
Mucha fue su sorpresa cuando le abrió la puerta una pareja de asiáticos. No parecían saber nada de ella y apenas mascaban el inglés. Estaba en el ascensor, reporta el agente Fonseca y Lima, cuando sonó su teléfono móvil. Era ella, llorando. Lo quería ver con suma urgencia y preocupación, lo citó afuera del Senado de la República. ¿Qué es todo esto? ¿Qué está pasando?
Parte I: https://bit.ly/2Pqza3h
Parte II: https://bit.ly/2VxIOGZ
Parte III: https://bit.ly/2DVY72b
Parte IV: https://bit.ly/2I3sEfH
Parte V: https://bit.ly/2JmTkZn
Parte VI:https://bit.ly/328zeKY
@Zolliker