The intercept | El Estado Islámico en EU

20 de Abril de 2024

The intercept | El Estado Islámico en EU

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FBI acusa de terrorismo a 9 almas perdidas ; al mismo tiempo dejó ir a asesino de Orlando

Antes del tiroteo de Omar Mateen en Orlando, oficiales de policía afirmaron que el residente de Florida de 30 años de edad llamó al 911 y proclamó su apoyo al grupo terrorista Estado Islámico (EI). Aunque los agentes del FBI dicen que no han identificado conexión directa alguna entre Mateen y EI, su caso ha motivado nuevos llamados a una dura represión contra los individuos que podrían cometer actos de terrorismo dentro de las fronteras estadounidenses.

En Estados Unidos, 88 personas han sido detenidas por apoyar al EI desde 2014, según las estadísticas compiladas por el Programa sobre el Extremismo de la Universidad George Washington. ¿Quiénes son? La mayoría son hombres jóvenes y ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, en contraste con la propia propaganda de EI, así como con las declaraciones de muchas figuras políticas, muchos de los seguidores de EI en Estados Unidos resultan ser más patéticos que temibles. Aunque los medios han pregonado los peligros de las células dormidas, la mayoría de los detenidos por el FBI parecen haber sido hombres (y algunas mujeres) aislados y descarriados, con poca conexión con grupos terroristas internacionales.

La reciente cobertura del tiroteo en Orlando ha enfatizado que Mateen fue motivado por su homofobia y su enfermedad mental más que por una ideología militante; el FBI había investigado y entrevistado a Mateen en dos ocasiones, pero nunca presentó cargos. El manejo de su caso por el FBI, junto con su manejo de la gente –con frecuencia desafortunada– que es arrestada por cargos de terrorismo, muestra la complejidad y, quizá, la imposibilidad de la tarea: tratar de identificar y encarcelar a los verdaderos terroristas antes de que cometan actos de terrorismo.

Apoyándose en documentos de la corte, entrevistas e imágenes de Google de los lugares en su vida personal, The Intercept ha construido retratos breves de nueve casos recientes de “El Estado Islámico en Estados Unidos”.

Para Mufid Elfgeeh, internet era una vía de escape. El hombre de 30 años pasaba sus días trabajando en una pizzería en una sombría zona industrial de Rochester, Nueva York, viviendo en un pequeño ático un piso arriba de su negocio. Había residido solo en los Estados Unidos desde los 14 años, cuando su padre abandonó el país para ir a Yemen. Temperamental y socialmente inadaptado, pasaba las noches conversando con los partidarios del Estado Islámico en Twitter, que opera docenas de cuentas para tal fin.

Para 2013, su actividad en línea lo había puesto en el radar del FBI. Al año siguiente, después de una operación encubierta en la que Elfgeeh se hizo amigo de dos informantes del gobierno, fue detenido y acusado de apoyo material al terrorismo. Poco después de su detención, su pizzería fue parcialmente destruida durante un incendio.

Elfgeeh fue descrito por quienes lo conocieron como un hombre difícil y emocional con pocos amigos reales. En el momento de su detención, los informantes en el caso se habían convertido en la gente con la que pasaba la mayor parte de su tiempo libre. En conversaciones con ellos, habló sobre disparar a soldados y se ofreció a ayudarles a viajar a Siria con la ayuda de sus contactos en línea.

El 31 de mayo de 2014, después de que sus nuevos amigos arreglaron con éxito que pudiera comprar un arma, Elfgeeh fue detenido.

En la actualidad cumple una condena de 22 años por apoyo material al terrorismo. Su sentencia es la más larga dictada a alguien encontrado culpable de apoyar al EI en Estados Unidos.

Después de que los padres de Nader Elhuzayel se declararon en quiebra, el motel Crystal Inn en Anaheim, California, se convirtió en su hogar. Elhuzayel, de 25 años, vivió allí hasta su detención en el verano de 2015. El gobierno afirma que él había intentado viajar al extranjero para unirse al Estado islámico.

En sus conversaciones interceptadas, Elhuzayel evidenció un abrumador deseo de salir de Anaheim. Debatiendo con un amigo acerca de dónde ir, primero eligió Yemen, porque “era muy hermoso”.

Él expresó deseos de morir e ir al cielo luchando por el EI. Conoció en línea a una mujer palestina que también apoyaba al grupo.

De acuerdo con la denuncia penal en su contra, él y la mujer “profesaban un amor mutuo” y acordaron reunirse para casarse. Discutieron vivir juntos en una granja y criar a sus hijos, mientras apoyaban al EI “pese a la oposición de sus padres”.

El 21 de mayo de 2015, Elhuzayel fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles al tratar de abordar un vuelo de ida a Tel Aviv. Actualmente es juzgado por cargos de apoyo material al terrorismo y fraude bancario.

Durante varios meses, Ali Shukri Amin construyó una imagen aterradora de sí mismo como el partidario estadounidense de EI más prominente en Twitter. Bajo el nombre de usuario @AmreekiWitness, envió miles de mensajes en apoyo del grupo, difundió su propaganda e incluso dio instrucciones sobre cómo financiar a la organización con Bitcoin.

Su realidad fuera de línea era algo menos imponente. Amin era un estudiante de 17 años en la Osbourn Park High School, en los suburbios de Virginia. Físicamente afectado por la enfermedad de Crohn, pasaba horas solo en internet. Aunque en el exterior vivía la vida de un típico adolescente, en privado, desarrolló una rabiosa obsesión con el Estado Islámico. Cuando su mejor amigo Reza Niknejad, de 18 años de edad, hizo sus propios planes para unirse al grupo, Amin lo llevó en su auto al aeropuerto. Se cree que Niknejad ha llegado a territorio del EI y hoy sigue en libertad.

Amin fue detenido en 2014. Su distanciado padre, a quien Amin no había visto en más de una década, viajó desde Emiratos Árabes Unidos para asistir a sus audiencias en la corte. Su padre diría más tarde al juez que su ausencia en la vida de Amin había “creado una herida espiritual” en su hijo, quien finalmente llenó ese vacío con sus actividades en línea.

El año pasado, Amin se declaró culpable de un cargo de apoyo material al terrorismo. En una carta al juez antes de su sentencia, Amin se disculpó por sus acciones y renunció a su apoyo al grupo. “El desarrollo de estas relaciones se volvió muy importante para mí”, escribió sobre su público de internet, “porque varios de estos ‘amigos’ me trataban con respeto y ocasionalmente con reverencia”.

Después de su declaración de culpabilidad, Amin fue condenado a 11 años de prisión.

Safya Roe Yassin era residente de Buffalo, Missouri, un pueblo de 3 mil personas a una hora en coche al norte de Springfield. Los vecinos conocían a Yassin, una madre soltera que hablaba con poco recato sobre teorías de la conspiración que iban desde los supuestos vínculos entre el autismo y las vacunas infantiles y el envenenamiento de la población estadounidense a través de los “chemtrails” (estelas químicas).

En algún momento de 2014, un amigo de Yassin en Facebook se quejó ante el FBI sobre la actividad en línea de la mujer, cada vez más errática, quien había comenzado a publicar mensajes en apoyo al Estado Islámico, aunque su hermana la describió a los medios locales como cristiana. Junto a su actividad de Facebook, Yassin había estado operando docenas de cuentas de Twitter.

De acuerdo con una denuncia penal, el 24 de agosto de 2015, Yassin retuiteó un mensaje de otro usuario que contenía amenazas contra funcionarios del gobierno de Estados Unidos. Como la demanda señaló: “Su apoyo incesante al EI era patente en sus retuits”.

Yassin fue detenida en febrero de 2016 y acusada de transmitir una amenaza. Ella se ha declarado inocente, y ahora enfrenta hasta cinco años de prisión.

El 2 de junio de 2015, Usaama Rahim fue muerto a tiros por un agente de policía en el estacionamiento de una farmacia en Boston. Un video borroso publicado más tarde por la policía pretendía demostrar que Rahim se acercó al oficial de manera amenazante antes de ser asesinado. En su cuerpo, la policía encontró un cuchillo de caza.

En las semanas posteriores al tiroteo, las circunstancias que llevaron a la muerte de Rahim se convirtieron en objeto de un intenso escrutinio. Los agentes del FBI alegaron que Rahim era partidario del Estado Islámico y que había expresado su deseo de matar a un oficial de policía. Rahim era hermano de un prominente imán local, y su familia dice que Rahim, un afroamericano, llevaba un cuchillo para protegerse de la policía local. “Como todos ustedes saben, la masacre actual de hombres de raza negra que ocurre en todo el país es suficiente para que cualquier hombre negro se sienta amenazado”, dijo una mujer que se identificó como su tía a la prensa poco después del tiroteo.

En su recuento público del evento, las policías local y federal afirmaron que Rahim había estado bajo vigilancia debido a su comportamiento en línea. Sin embargo, su actividad en redes sociales parecía contradictoria. A pesar de haberle dado “me gusta” a una página del EI en Facebook, también se había pronunciado en contra de la violencia extremista en Oriente Medio.

A principios de este año, dos amigos de Rahim que también fueron detenidos en ese momento fueron acusados de planear su apoyo al EI en Estados Unidos, ambos enfrentan hasta 20 años de prisión.

Abror Habibov, de 30 años, operaba una cadena de pequeños quioscos de teléfonos celulares y de artículos de cocina dentro de centros comerciales en toda la costa este de Estados Unidos. Él contrató a un joven de 19 años, de nombre Akhror Saidakhmetov, para ayudarle a administrar su negocio. De acuerdo con una denuncia penal, el gobierno alega que Habibov y Saidakhmetov comenzaron a hacer planes para que Saidakhmetov viajara a Siria, con Habibov como su fuente de financiamiento.

Las acusaciones se produjeron después de una larga investigación que involucró a un informante encubierto. El gobierno alega que Habibov compró boletos para que Saidakhmetov y otro hombre, Abdurasul Juraboev, de 24 años, viajaran al extranjero y, finalmente, se unieran al EI. No obstante, sus planes lucían pobremente pensados, incluso fantásticos. En un momento dado, Saidakhmetov sugirió a un informante encubierto del gobierno que secuestraría un avión y se lo daría al EI, “para que tengan un avión”. Cuando la madre de Saidakhmetov confiscó su pasaporte más tarde, el informante le ayudó a llenar una solicitud para uno nuevo.

En sus conversaciones intervenidas, Habibov expresó sus dudas de la estabilidad mental de sus presuntos cómplices, diciendo a un tercero, “Sí, creo que [Juraboev] es normal. Sólo estoy diciendo... No sé”. Habibov fue detenido en Florida el mismo día que Juraboev y Saidakhmetov fueron detenidos en Nueva York.

Habibov enfrenta ahora hasta 15 años de prisión por cargos de apoyo material al terrorismo. Él se ha declarado no culpable.

En internet, Christopher Lee Cornell se creó una nueva personalidad: Raheel Mahrus Ubaydah. El joven desempleado comenzó a tuitear en apoyo al EI en el verano de 2014, principalmente desde la casa de su familia en los suburbios de Cincinnati. En agosto de ese año, fue contactado en línea por un agente encubierto del gobierno. De acuerdo con la denuncia penal, ese individuo “comenzó a cooperar con el FBI con el fin de obtener un trato favorable en otro caso no relacionado en el que estaba implicado”.

En los meses siguientes, Cornell y el informante continuaron comunicándose en línea, discutiendo su apoyo al EI. Con el tiempo, hablaron de la posibilidad de llevar a cabo ellos mismos un ataque terrorista. El informante viajó para reunirse con Cornell en un hotel, con lo que sus discusiones en internet dieron un paso más hacia la realidad. En enero de 2015, Cornell fue detenido por las autoridades después de acceder a la compra de armas, supuestamente para promover un plan terrorista.

El pálido joven de 20 años fue descrito por sus padres como un “niño de mamá” que padecía bullying en su barrio y quien consideraba a su gato como su mejor amigo. Al parecer, se había convertido al Islam sólo unos meses antes de su detención.

Los miembros de la comunidad musulmana local entrevistados por los medios desconocían sobre su existencia. De hecho, el único nexo personal que tuvo con el terrorismo fue el propio informante del gobierno.

Cornell se encuentra bajo custodia en espera de juicio por cargos de conspiración para asesinar a funcionarios del gobierno y proporcionar apoyo material al EI. Él se ha declarado no culpable.

Antes de salir al aeropuerto para tomar un vuelo hacia Turquía, Jaelyn Young y Muhammad Dakhlalla dejaron notas de despedida para sus familias. Los jóvenes recién casados habían decidido salir de Estados Unidos y comenzar una nueva vida en los territorios controlados por el Estado Islámico.

El 13 de mayo de 2015, Young, de 19 años, entró en el radar de las autoridades después de tuitear sobre su deseo de ahorrar dinero y viajar a Siria. A través de una cuenta de Twitter, ella dijo que estaba trabajando horas extra para ahorrar dinero para su viaje, sacar su pasaporte y salir del país. Durante los meses siguientes, ella conversó en línea con varios agentes encubiertos del FBI, con quienes desarrolló sus planes de viaje para ella y Dakhlalla.

Las agentes que participan en el caso dijeron que Young, ex porrista en su escuela preparatoria, había sido quien propuso la idea de viajar al extranjero con Dakhlalla, con quien se casaría poco después. Ambos fueron arrestados al intentar abordar un vuelo en un aeropuerto regional cerca de sus hogares en Columbus, Mississippi.

En su nota de despedida, la joven dijo a su familia que estaba a salvo y que no la buscaran. En marzo pasado, después de su detención, se declaró culpable de un cargo de intento de apoyo material. Young y Dakhlalla enfrentan hasta 20 años de prisión.

El 26 de marzo de 2014, John T. Booker, de 19 años de edad, se internó voluntariamente en un centro de salud mental. Él ya había estado bajo la vigilancia del FBI luego de una serie de publicaciones en redes sociales alabando los ataques contra soldados estadounidenses. Durante el siguiente año y medio, Booker se hizo amigo de dos informantes del gobierno. Él les habló de su deseo de unirse al EI y luchar contra las tropas estadounidenses. Ellos le proporcionaron información y material relacionado con la fabricación de bombas, y le ayudaron a planear un ataque contra una base militar local en Kansas.

Booker fue detenido antes de que el plan fuera concretado. Los materiales que le habían proporcionado eran inertes, y el FBI lo siguió de cerca antes de su detención. Las circunstancias de su caso –en el que el FBI evidentemente lo vio internarse en un centro de salud mental cuando era adolescente y luego le preparó una emboscada– han llevado a la especulación de que Booker era un individuo vulnerable que fue atrapado por el gobierno. Las fotos del adolescente regordete que usaba lentes de pasta no correspondían con la imagen del duro terrorista que los informantes dijeron que había estado dispuesto a inmolarse durante una explosión en la base.

En declaraciones a los medios de comunicación locales en Kansas después de la detención de su hijo, el padre de Booker dijo que, “cuando los hijos cumplen 18 años y se gradúan, los padres no tienen control sobre ellos”.

Booker se declaró culpable de cargos de terrorismo este año y espera su sentencia. Enfrenta hasta 30 años de prisión.