El gabinete del presidente Enrique Peña Nieto está haciendo agua. Sí, sí, sí, el procurador general Jesús Murillo Karam es uno de ellos, y algunas de sus frases en la conferencia de prensa que ofreció el viernes sobre los normalistas de Ayotzinapa harán historia, como cuando dijo que si él fuera padre de uno de los jóvenes desaparecidos, tampoco le creería al gobierno, y se congratuló que el Ejército se encerrara en su base en Iguala mientras sucedía todo. El otro es el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, que horas después de defender con todo el proceso de licitación del tren bala México-Querétaro, criticado por su opacidad y la entrega de la magna obra a personas cercanas al Presidente, tuvo que anunciar que la licitación se había revocado. Dijo que había sido por la “sensibilidad” del Presidente, ante esas críticas, pero que “no había sido en el mejor interés de México”. Gracias, le debe decir el Presidente, pero con él y el procurador, ni falta le hacen enemigos.
19 de Abril de 2024