Buena la armó el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, al afirmar que el coronavirus es una enfermedad de ricos. A los pobres “no nos afecta”.
Pues dicen los que saben que don Miguel ya está afectado. En el aniversario de la Revolución Francesa, cuando fue invitado por el presidente Enrique Peña Nieto, lo hospedaron en el Hyatt de la Place Vendôme.
Y desde entonces, si va a París, no deja de hospedarse en ese hotel. O sea, sus votos de pobreza, a ver a quién se los cuenta.