La Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) dio a conocer que Mario Cárdenas Guillén, alias “El M-1” no solo dirigió el Cártel de Golfo antes de ser capturado, sino también cuando estaba recluido en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
El pasado 17 de mayo fue extraditado Mario Cárdenas a Estados Unidos, donde era solicitado por su responsabilidad sobre varios delitos.
Específicamente es señalado por introducir a ese país a cargamentos de cocaína gran escala por el área del Valle del Sur de Texas y hacia Houston.
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El narcotraficante fue localizado gracias a los trabajos de investigación realizados por la Fiscalía General de la República (FGR) junto a agencias de Estados Unidos, como Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, de Estados Unidos, (ATF por sus siglas en inglés) y la DEA.
La FGR intervino las comunicaciones “El Betillo”, hijo del capo involucrado en el presunto secuestro y tráfico de indocumentados en Tamaulipas.
“El Betillo” fue la cabeza del cártel, y recibía órdenes de su padre. Además, se dio a conocer que mantuvo comunicación con distintas personas ligadas el Cártel. Entre ellos estaba “La Licenciada”, persona que sirvió de intermediaria para comunicarse con su padre en prisión.
“El M-1” es hermano de Osiel y Ezequiel Cárdenas Guillén, este último apodado “Tony Tormenta”, abatido por la Marina en 2010, mientras que el primero fue detenido en 2003. DJ
Con información de Milenio
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